El Guinness número 104 de Christian López

J. M. Loeches
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El atleta toledano se ha apoderado de otro récord más, el de la milla más rápida corriendo hacia atrás, con una marca de 5:52.43 que le permite superar de nuevo al norteamericano Aaron Yoder

El Guinness número 104 de Christian López

Y ya van 104. Christian López sigue incrementando la cuenta de sus récords Guinness en propiedad una vez rebasada la centena. El último ha llegado esta misma semana, con la validación de una nueva tentativa a una distancia corriendo para atrás, la milla más rápida en retrorunning, que ya es del atleta toledano, tras marcar 5:52.43.

Lo realizó el pasado 12 de febrero, en el circuito que tiene medido y homologado en su localidad, Cabañas de la Sagra. Y lo cierto es que ha conseguido la oficialidad en un corto lapso de tiempo, apenas un mes. Se trata de otra conquista que pone «muy contento» a Christian porque «ha sido antes de lo normal».

En cualquier caso, el anterior registro de Aaron Yoder no ha podido ser rebajado tanto como le hubiera gustado, como le pasó con el kilómetro más rápido de manera reciente. Tenía que estar por debajo de 5 minutos y 54 segundos, y se quedó apenas un segundo y pico de esa marca, no tan holgado como hubiera deseado. En cualquier caso, el cabañil reconoce que es «otro de los que tenía muchas ganas de conseguir, aunque fuera por apenas centésimas». Lo logró tras agotar las posibilidades, y tras aprovechar la inercia del anterior Guinness, el del kilómetro más rápido corriendo hacia atrás. Christian López lo pulverizó, con veinte segundos menos que el registro anterior, también en poder del norteamericano Aaron Yoder. «Quería aprovechar las buenas sensaciones que había tenido, y la verdad es que no puedo estar más contento», continúa diciendo.

El Guinness número 104 de Christian López
El Guinness número 104 de Christian López
Una vez más, el toledano quiere reconocer la dificultad añadida con la que cuenta por su diabetes tipo 1, que le provoca que deba controlar los niveles de glucosa en sangre cada vez que tiene que realizar un esfuerzo. De todas las maneras, la enfermedad no ha sido un lastre para conseguir superar la barrera de los cien récords Guinness, desde que comenzó en noviembre de 2017 con la subida a uno de los torreones del Alcázar.