"Ya no soy tan de izquierdas, porque tengo ojos y oídos"

Agencias
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Joaquín Sabina presenta el documental 'Sintiéndolo mucho', un trabajo de Fernando León de Aranoa donde se 'desnuda' ante el espectador y muestra su vida durante sus últimos 13 años

"Ya no soy tan de izquierdas, porque tengo ojos y oídos" - Foto: Eduardo Parra

Sin pelos en la lengua, como es su costumbre, el cantante Joaquín Sabina afirmó ayer durante la presentación de un documental sobre su figura, Sintiéndolo mucho, que ya no es tan rojo como antes. «Ahora ya no soy tan de izquierdas, precisamente porque tengo ojos y oídos para ver lo que está pasando», afirmó al reconocer el «fracaso feroz del comunismo» y la deriva de esta ideología en Latinoamérica, algo que le rompió «el corazón». A pesar de ello, el autor celebró el reciente triunfo de Lula en Brasil -«lo cual no está mal»- y la aparición «de un héroe extraordinario llamado Zelenski».   

El autor de 19 días y 500 noches se desnuda ante la cámara en una producción realizada por Fernando León de Aranoa que será estrenada este viernes en 192 salas. 

Frente a esos momentos pasados de «pesimismo», en parte por los efectos de la pandemia, un Sabina enfundado en unos pantalones amarillos se reconoció actualmente en «estado de euforia», como lo demuestra la presentación de este documental junto a su director y al compositor Leiva, cocreador de la canción Sintiéndolo mucho, que da nombre al trabajo. 

El autor de ‘Pacto entre caballeros’ (c) flanqueado por Leiva (i) y el director de la producción.El autor de ‘Pacto entre caballeros’ (c) flanqueado por Leiva (i) y el director de la producción. - Foto: Luis Millan«El comentario que más ilusión me ha hecho vino de Bardem, que dijo que daban ganas de ser amigo mío, y el otro de mi mujer, que comentó que me había sacado el alma», destacó el de Úbeda. 

Todo arrancó a partir de un primer viaje en el que León de Aranoa acompañó a Sabina y a Benjamín Prado con la cámara. Empezó así a registrar momentos de su vida durante 13 años, entre ellos, el homenaje recibido en su Úbeda natal o el último concierto en 2020 en Madrid con Serrat en el que sufrió una caída que forzó un largo parón.

«Mi sensación siempre fue que Joaquín se olvidaba de mí muy rápido en cuanto que la cámara no le incordiaba», relató el triunfador de los últimos Goya con El buen patrón sobre cómo sobrellevó Sabina ser grabado en instantes íntimos.

Sobre lo aleatorios que parecen esos momentos, el director explicó que buscó reflejar «la manera de contar y ver el mundo» de este, por ejemplo su proceso de composición en Rota o su vida en  la gira,  pero también su faceta personal, como cuando su amigo José Tomás resulta cogido por un toro en una corrida horas antes de una actuación.

«Diez años después ya tenía la sensación de poseer un baúl con muchos tesoros», señaló León de Aranoa, que comenzó todo «sin un plan», porque eso «iría contra la naturaleza de Joaquín».