Contento y optimista. Así se encuentra el concejal de Turismo de Toledo, Francisco Rueda, tras las primeras semanas de una ‘nueva normalidad’ que está dejando buenas cifras para el sector turístico aunque sean muy modestas todavía. La Oficina de Información Turística se puso en marcha después de tres meses de inactividad y en sus dos primeras jornadas atendió a más de medio centenar de visitantes.  

Rueda destaca que este goteo de turistas, que apenas es significativo en una ciudad Patrimonio de la Humanidad con miles de visitas diarias, supone un buen punto de partida para poner en marcha el sector. De momento, todos los visitantes que han accedido a las instalaciones para realizar consultas son españoles, salvo dos neozelandeses, puesto que las restricciones de movilidad entre países aún  provocarán el retraso de turismo internacional a Toledo.

El servicio se ha puesto en marcha con rapidez, una vez levantado el estado de alarma, y ha sido necesario adaptar la oficina para garantizar la seguridad y distanciamiento social en un recurso de atención al público de estas características. En este caso, la seguridad es fundamental y  uno de los pilares básicos para que el sector recupere la confianza y los turistas se animen a viajar.

En estos momentos, ha sido necesario retirar toda la cartelería, los planos de la ciudad y los folletos informativos como medida preventiva, pero el concejal de Turismo subraya que el Ayuntamiento está trabajando en la digitalización y en unos días tendrá listos folletos digitales sobre rutas para disfrutar en familia y otros que ayuden al visitante a conocer de cerca la ciudad.

Aun así, Rueda está satisfecho con estos primeros días y observa que el Casco «empieza a moverse también», un buen síntoma que se irá acompañando de la reapertura de comercios, establecimientos hosteleros que aún permanecen cerrados y, sobre todo, de la vuelta a la actividad de hoteles, hostales y otros alojamientos en la capital.

Aun es pronto para saber cómo se comportará el turismo en Toledo este verano, pero el Ayuntamiento está trabajando con todos los operadores para ir avanzando en nuevas formas que faciliten la llegada de visitantes en los próximos meses. Un buen síntoma, en su opinión, es la cantidad de reservas que tiene el Parador, que acaba de abrir, a pesar de que lleva operativo apenas unos días.

Las expectativas son buenas, sobre todo, según da a entender el concejal, porque Toledo es una ciudad muy visitada durante todo el año, siempre se mantiene en temporada alta, y se están poniendo en marcha campañas publicitarias, como la del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, para incentivar un sector muy castigado con este parón de actividad de tres meses.