CLM se suma a la Semana para la Seguridad y la Salud

La Tribuna
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Castilla-La Mancha refuerza la cultura preventiva en el ámbito laboral a través de la inversión, formación y divulgación con una jornada sobre 'Buenas prácticas de ergonomía' por la Viceconsejería de Empleo, Diálogo Social y Bienestar Laboral

CLM se suma a la Semana para la Seguridad y la Salud

Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son las dolencias de origen laboral más habituales en los países de la Unión Europea y afectan a millones de trabajadores. Aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, los más frecuentes se localizan en espalda, cuello y extremidades superiores y las causas son múltiples, desde factores físicos hasta organizativos y psicosociales. Enmarcada en la Semana Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, dirigida a la prevención de sobresfuerzos, la Viceconsejería de Empleo, Diálogo Social y Bienestar Laboral de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha organizado este jueves una jornada técnica sobre 'Buenas prácticas de ergenomía', en la que se han presentado los proyectos en este campo que vienen desarrollando empresas con actividad en la región.

Nuria Berta Chust, viceconsejera de Empleo, Diálogo Social y Bienestar Social, ha sido la encargada de inaugurar la jornada. A continuación, Arcos, con sede en Albacete, ha dado a conocer un proyecto de reducción de carga física en actividad de cuchillería, y la firma Saint-Gobain Isover Ibérica, radicada en Azuqueca de Henares (Guadalajara), ha expuesto 'Avanzando hacia un mundo ergonómico. Implementación de cuatro proyectos de reducción de carga física en planta de fabricación de lanas minerales'. Estos proyectos se alinean con los objetivos de la campaña 'Trabajos saludables y trastornos musculoesqueléticos", organizada por la EU-OSHA y su red de colaboradores. La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha clausurado esta jornada, que ha contado con la participación de más de 200 personas.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha impulsado la prevención de riesgos laborales para la consecución de entornos de trabajo saludables y seguros con el incremento de la financiación de proyectos de inversión en materia preventiva a través del programa 'Castilla-La Mancha Más Segura'. Ha aumentado en 350.000 euros la dotación inicial de las ayudas directas a proyectos de inversión, superando los dos millones de euros en ayudas para 348 iniciativas, 321 de ellas para desarrollar por parte de empresas y 27 por entidades locales sin ánimo de lucro. Además, Castilla-La Mancha ha sido pionera a la hora de implementar una línea de ayudas directas para impulsar la prevención de riesgos laborales para personas trabajadoras autónomas, dotada con más de 325.000 euros dentro del presupuesto global de dos millones de euros. Este dinero se va a invertir en más de medio centenar de proyectos para la adaptación ergonómica de los puestos de trabajo.

Dentro de las herramientas del Gobierno regional para impulsar esa divulgación de la cultura preventiva destaca también la web https://seguridadlaboral.castillalamancha.es/, que en su primer año de vida, en 2020, superó las 30.000 visitas, y sólo en los diez primeros meses de este año lleva ya más de 41.000, formando parte de ese refuerzo de la cultura preventiva y recogiendo las diferentes jornadas técnicas y organizativas que se impulsan en la región. Para el Ejecutivo autonómico es fundamental apoyar la creación de empleo estable en la región para conseguir espacios laborales más seguros, además de fomentar la formación para adaptar la prevención de riesgos laborales a los nuevos escenarios y retos en materia de seguridad en el trabajo.

¿Cuáles son los TME más frecuentes? Los problemas de salud relacionados con los trastornos musculoesqueléticos abarcan desde incomodidad, molestias y dolores hasta cuadros médicos más graves, como epicondilitis, gangliones y lumbalgias, que obligan a solicitar la baja laboral e incluso a recibir tratamiento médico. Los TME más frecuentes en la extremidad superior son tendinitis del manguito de los rotadores; epicondilitis; epitrocleitis; síndrome del túnel carpiano; y ganglión. En la espalda pueden aparecer en forma de síndrome cervical por tensión y lumbalgia, mientras que la dolencia más frecuente en la extremidad inferior es la bursitis prepatelar.

Principales factores de riesgo. Muchos factores pueden contribuir, por sí solos o en combinación, a la aparición de TME, pero destacan principalmente la aplicación de fuerza física, como la empleada para el levantamiento, transporte, tracción o empuje de cargas; los trabajos repetitivos, como los realizados al usar teclados o pintar; las posturas forzadas y posturas estáticas, como ocurre cuando se permanece de forma prolongada en posición vertical o sedente o se mantienen las manos por encima del nivel de los hombros; la presión directa sobre el cuerpo de herramientas y superficies; las vibraciones; los entornos de trabajo fríos, etc. Además, en el diseño de cualquier puesto de trabajo es importante siempre considerar la carga mental y factores psicosociales, es decir, el ajuste y la adecuación entre las exigencias de actividad mental necesarias para la ejecución del trabajo y las capacidades de desempeño de la persona. Por último, existen una serie de factores individuales que también contribuyen a la generación de TME: historial médico, capacidad física, edad, obesidad y tabaquismo son alguno de los ejemplos.

Medidas preventivas y buenas prácticas. Hay que tener en cuenta las cargas de trabajo (manipulación manual, posturas de trabajo, carga mental, trabajos repetitivos…) y los factores ambientales (ambiente térmico, iluminación, ruido y vibraciones, calidad del ambiente interior…). Además, la instauración de buenas prácticas a través de una guía es una acción importante para poder organizar tanto la información sobre los peligros como las medidas preventivas y recomendaciones para prevenir la aparición los TME. Para su elaboración se debería tener en cuenta todo lo relacionado con los factores de riesgo, la organización del trabajo, la normativa en materia preventiva, la organización preventiva instaurada y las nuevas tecnologías, así como todo aquello que pueda aportar soluciones a los problemas detectados. Con todo esto se pretende contribuir a la mejora en la salud y seguridad de los trabajadores que por las condiciones de trabajo a las que estén expuestos puedan presentar TME. Además de facilitar el cumplimiento de la normativa, se puede incrementar la productividad mejorando la eficacia y la eficiencia.