Temor en la Jara por la oleada de asaltos a estancos

J.M.
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Los negocios de San Bartolomé de las Abiertas, San Martín de Pusa y Santa Ana de Pusa han sufrido ataques en los últimos días, junto con uno en El Carpio de Tajo. Estos delitos han generado la inseguridad entre los vecinos

Temor en la Jara por la oleada de asaltos a estancos - Foto: Yolanda Redondo

El alcalde de San Bartolomé de las Abiertas, Esteban Benito Blázquez, multiplicó hace tres años las medidas de seguridad del estanco familiar después de sufrir un robo y tres intentos más en un lapso de un mes y medio. Ahora, el miedo ha vuelto de nuevo tras registrar otros dos frustrados en apenas tres semanas de diferencia en el pasado mes de octubre. No ha sido el único en la zona porque la misma noche del 25 actuaron en San Ana de Pusa. Dos noches antes, ocurrió lo mismo en negocios de venta de tabaco de Santa Martín de Pusa y El Carpio de Tajo.

Blázquez asegura que pasa las noches ahora intranquilo y en vilo por una posible repetición de los hechos. Por las cámaras de vigilancia, sabe que la noche del 25 de octubre fueron cuatro individuos los que intentaron sin éxito forzar las puertas de seguridad. Sí lograron acceder a un pub cercano, también propiedad familiar, donde sustrajeron paquetes de tabaco, la caja registradora y un ordenador.

El alcalde de San Bartolomé de las Abiertas estaba ya en alerta porque la madrugada del dos al tres de octubre habían forzado dos de las tres puertas de seguridad, después de colarse en el patio de una vivienda cercana y en la Casa de la Cultura para preparar el delito. «Hay noches que no dormimos muy bien», apuntaba en palabras a este diario después de estos dos ataques frustrados.

Esa misma madrugada del 25, el estanco de Santa Ana de Pusa sufrió un robo de tabaco y dinero, tal y como informó a este diario el alcalde, Serafín Diego Esteban, quien recalcó que se trataba del primer robo a este establecimiento, que se encuentra junto a la vivienda de los propietarios.

Sin Guardia Civil. Se da la circunstancia de que estas dos poblaciones no cuentan con puesto de la Guardia Civil porque San Bartolomé de las Abiertas depende del equipo de La Pueblanueva y Santa Ana de Pusa del de Los Navalmorales.

San Martín de Pusa tampoco cuenta con puesto de la Guardia Civil porque depende también del puesto de Los Navalmorales, a unos seis kilómetros de distancia; allí, el estanco registró otro robo la madrugada del 23 de octubre, concretamente a las 3,30 de la madrugada. El dueño sorprendió a los individuos, que rompieron una luna y sustrajeron tabaco. «Hay temor, se nota. A las 10 de la noche no ves a nadie en la calle», comenta el alcalde de este municipio de la Jara, Alberto Lucero.

En este caso, el alcalde indicó que los agentes de la Guardia Civil llegaron mientras los autores huían en un vehículo debido a que saltó la alarma de seguridad del negocio. El temor ha recrecido entre los vecinos de San Martín de Pusa porque la madrugada del 30 al 31 de octubre se denunció también el robo de la batería de maquinaria pesada que se utilizaba para el movimiento de tierras y un asalto a una vivienda donde se llevaron una televisión.

«La Guardia Civil no puede dar para más», apuntó Lucero sobre los agentes que trabajan en estos pueblos de la comarca de la Jara. Al respecto, resaltó que ahora se ve más presencia de la Benemérita por la zona.

robos en el cementerio. La alarma ha cundido más en Santa Ana de Pusa porque durante el mes de octubre los vecinos han advertido también de robos en el cementerio municipal, por el que se puede entrar libremente por una puerta las 24 horas. «Existe una secuencia de actos vandálicos que están alterando la convivencia de nuestro pueblo. Para atajar el problema de inquietud y preocupación existente en nuestros vecinos, hemos pedido que se investiguen los hechos y que se tomen medidas para poner fin a estos actos. Solicitamos máxima colaboración para que esta situación no perjudique seriamente nuestro equilibrio y convivencia vecinal», ha publicado por las redes sociales el Ayuntamiento.

La denuncia pública del Ayuntamiento jareño hace referencia a las quejas de los vecinos por la sustracción de letras de las sepulturas, así como de los centros de flores que se suelen colocar con más frecuencia en las vísperas de la celebración de Todos los Santos. A finales del mes de octubre, el Ayuntamiento tiene constatado que se registraron estos robos que han desatado el malestar entre los habitantes.

Los robos en estos tres pueblos de la comarca de la Jara han afectado a unos municipios con poca población, puesto que el mayor de ellos, San Martín de Pusa, no llega a los 700 empadronados. En el caso de San Bartolomé de las Abiertas apenas supera los 450 vecinos y Santa Ana de Pusa no alcanza los 400.