Lograr una mayor implicación de la ciudadanía en el sector cultural es uno de los objetivos prioritarios para la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Toledo. Si bien, una vez realizado el diagnóstico y analizadas las carencias y fortalezas de la agenda cultural, el plan estratégico por el que se quiere encaminar la cultura pone el foco en la infancia, la adolescencia y la juventud, colectivos que ayudan a la estabilidad del sector y ofrecen fidelización en las actividades culturales y de ocio.
Sin embargo, para lograr este reto es necesario «que la relación de estos colectivos con los recursos culturales de la ciudad se conecte mejor con sus propios procesos educativos», una conexión que garantizaría, según apunta este análisis del sector cultural, «hábitos de participación cultural impulsados por su propia posición como protagonistas y no como meros consumidores». Para ello, es fundamental que desde el Ayuntamiento se fomenten dinámicas de participación y modelos que avancen hacia «una perspectiva más comunitaria e integral».
Al margen del papel de los centros educativos y las distintas iniciativas que pueden ofrecerse a través de programas municipales, se recomienda aprovechar y potenciar distintos mecanismos de participación ya existentes para lograr buena parte de los objetivos, como el Consejo de Participación Infantil y Adolescente o la Semana de la Infancia, que resumen el trabajo social y cultural de las distintas organizaciones y asociaciones, y planificar iniciativas ligadas a la perspectiva de la edad. Además, otro de los retos que plantea el documento se centra en obtener un mayor protagonismo de la mujer en el ámbito cultural con llamativos resultados, ya que se garantiza la sostenibilidad del sector y aporta importantes beneficios «en cuanto a inclusión y accesibilidad».
En esta línea, los procesos comunitarios interculturales iniciados hace tiempo junto al Ayuntamiento en los barrios del Polígono y Santa Bárbara contribuyen a dar forma a la estrategia cultural desde otras iniciativas que vinculan la salud y el desarrollo socioeconómico del territorio. Distintas acciones, como olimpiadas escolares, jornadas de convivencia ciudadana y otras actividades ligadas a la integración social y cultural ayudan a compartir el enfoque del sector y a garantizar mayor estabilidad y sostenibilidad.
Entre las debilidades detectadas, este análisis saca a relucir «la escasa identificación y uso de distintos recursos culturales municipales como las bibliotecas y otras propuestas ligadas a los archivos y los centros sociales. Además, se insiste en los perjuicios que supone que los cines y otros centros culturales y de ocio puedan estar situados fuera de los barrios porque obliga a desplazamientos motores y contribuye «a una práctica cultural contaminante».
Por el contrario, el documento remarca la importancia de programas educativos y culturales como 'Toledo Educa', o la apuesta por el bono-libro para los menores de ocho años, impulsado por el Ayuntamiento para los centros educativos de la ciudad. De hecho, la ciudad disfruta de una valiosa oportunidad de futuro, según este análisis técnico, a través del urbanismo, ya que el futuro Plan de Ordenación Municipal (POM) supone «una oportunidad de vincular urbanismo con cultura».