Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Un barrio abandonado

18/03/2022

El barrio de Santa Teresa, en Toledo, es un barrio abandonado, pero no por esta Corporación, sino por todas las Corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento. En estos días terrosos de película de Blade Runner o Mad Max la impresión de abandono resultaba evidente. Probablemente era una sensación pasajera por el aliento ocre del desierto, pero la visión no podía ser más desoladora. El barrio, en realidad, se empezó a abandonar desde sus comienzos, porque era un barrio de ricos. Un tópico que le persigue aún. El estereotipo se remató cuando se comprobó el perfil electoral del barrio. Los vecinos votaban masivamente a la derecha. Sabiendo que disponían de un granero inagotable y de una fidelidad a prueba de desprecios, las corporaciones de derechas se olvidaron del barrio. No hacía falta invertir nada, allí todo estaba ganado.
La izquierda, por su parte, eligió la misma opción. ¿Para qué invertir si todo va a seguir igual? Con estos discursos, año tras año, legislatura tras legislatura, corporación tras corporación, ayuntamiento tras ayuntamiento, contribuyeron al estado actual: un barrio abandonado, deteriorado y envejecido. Los inmuebles necesitan una rehabilitación urgente y a gran escala para transformase en un barrio aceptable, y con un poco de imaginación, hasta moderno. Sus dotaciones viarias, aceras y otros elementos, demandan una inversión radical que regenere unas instalaciones que se han ido degradando por el uso y el paso del tiempo. Para complicar más la situación, una concepción disparatada del uso del espacio público, multiplicó, cuando no fomentó, la concentración en reducidas zonas de bares y actividades de hostelería, con lo que eso implica de desgaste y molestias. Con unas políticas públicas que consumen suelo como productos de supermercado, la realidad es que los barrios de Santa Teresa y Palomarejos, llevan años envejeciendo y deteriorándose lenta, pero implacablemente. ¿Será posible cambiar alguna vez las cosas, con independencia de los votos de los habitantes de los barrios? ¿Será posible un urbanismo actualizado y armónico que trasmita en cualquiera de sus barrios la impresión de ciudad regenerada y cuidada?