Límite 48 horas

Redacción
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El Valle de los Caídos se prepara para la exhumación del dictador con un férreo dispositivo de seguridad. El Gobierno asegura que la exhumación del dictador será «decorosa, discreta y digna»

Límite 48 horas

La agenda aún no desvela si la exhumación del dictador Francisco Franco se realizará mañana, pasado o a lo largo de la semana. Y nada indica que vaya a desvelarse en las próximas horas, aunque lo cierto es que está todo preparado desde hace días. El Valle de los Caídos se cerró al público el pasado 11 de octubre, como figuraba en el acuerdo definitivo aprobado por el Consejo de Ministros, la funeraria está contratada, el equipo de profesionales listo con el conocido forense Francisco Etxeberria a la cabeza, los medios de comunicación listos para el momento histórico y ya se han realizado pruebas con el helicóptero que trasladará los restos mortales del mandatario si el tiempo lo permite, aunque también está previsto el trayecto en coche como alternativa.

Las horas pasan y el Valle de los Caídos permanece acorazado con un importante cordón de seguridad. El operativo sigue al dedillo los planes previstos para esta operación e incluso a los guardias civiles de la zona de El Escorial les han suspendido su permiso por razones de seguridad. Una exhumación de estas características, tomada como una razón de Estado, exige una cuidadosa coreografía en la que el principal protagonista, al margen de Franco, es el Tribunal Supremo, clave en esta decisión desde hace semanas, aunque no ha sido el único y la exhumación ha contado también con el respaldo del Tribunal Constitucional y el de Estrasburgo en los últimos días.

por justicia. El pasado 30 de septiembre saltó una noticia esperada. El Tribunal Supremo daba luz verde a la retirada de restos mortales de Franco de la basílica del Valle de los Caídos y dio por sentado que los planes del Gobierno de Sánchez no vulneran la legalidad urbanística porque no hace falta licencia para llevar a cabo la exhumación al no tratarse de una obra mayor. Por tanto, el fallo del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Madrid, que mantenía suspendida la licencia de que dio el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial para acometer las obras del desenterramiento, se ha quedado en una simple anécdota.

Sin embargo, la sentencia del Supremo prometía una quincena de octubre de intensa actividad en torno a este asunto, ya que la familia Franco, la fundación que lleva su nombre y Vox, este último ante el Supremo, han intentado con recursos retrasar todo lo posible la exhumación, pero tampoco lo han conseguido. El Constitucional no ha admitido el recurso «porque no se vulneran los derechos fundamentales» que alegan los familiares y asegura que la decisión del Gobierno «responde a motivaciones como son los principios democráticos y el fomento de los valores».

También el Tribunal de Estrasburgo acaba de pronunciarse y tampoco ha accedido a la paralización que solicitó la Fundación Francisco Franco. En este caso, ha recordado a los demandantes que pueden presentar una queja si creen que se han violado sus derechos humanos.  Por tanto, la Justicia ampara al Gobierno todo indica que la exhumación se llevará a cabo en cuestión de horas o de días si finalmente se retrasa -aunque la fecha límite es el 25 de octubre-, puesto que no parece que el Supremo acceda a suspenderla cautelarmente como ha solicitado la familia una vez que falle este último recurso.

la operación. Tres adjetivos acompañarán a la exhumación del dictador. Se realizará «de forma decorosa, discreta y digna» como ha dejado claro el Gobierno ya en varias ocasiones. Si bien, no ha aceptado su salida del Valle de los Caídos con honores militares ni banderas, pero la familia Franco sí podrá organizar un oficio religioso en el cementerio de Mingorrubio del Pardo.

A pesar de la expectación que genera una actuación de estas características, la extracción del féretro con los restos de Franco se realizará a puerta cerrada y sin cámaras. Incluso está previsto colocar unos biombos en la cripta para que no se puedan tomar imágenes. Y en la cripta de Mingorrubio las medidas serán similares porque se restringirá el acceso a dos personas de la familia Franco, se requisarán los móviles y se pondrá una carpa para que no pueda visualizarse el panteón. El objetivo es una mínima exposición del féretro al público y en esta línea se está trabajando desde Patrimonio Nacional y desde el Gobierno.

Estas imponentes medidas de seguridad para evitar imágenes chocan con los preparativos de los medios de comunicación, algunos de ellos llevan días informando desde la verja de entrada del Valle de los Caídos. Además, un grupo de realizadores de Televisión Española ya ha visitado la zona para buscar el mejor emplazamiento de las cámaras.

La exhumación comenzará por  el levantamiento de la gran lápida de 1.500 kilos que cubre el féretro. En principio, se retirarán algunas losas de mármol para hallar las hendiduras que permitieron la inhumación en 1975. En este caso, Patrimonio Nacional estima, como dio a conocer en el informe que envió al Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial el año pasado, que estos trabajos podrían alargarse tres horas y precisan una grúa. Una vez que se extraiga el cuerpo los operarios tendrán que solar el hueco que queda y colocar las piezas de mármol levantadas.

Si la operación mantiene su escaleta el féretro será conducido en un vehículo hasta el helicóptero que lo transportará al cementerio de Mingorrubio. La distancia que recorrerá será de 300 metros en el Valle de los Caídos y más de 50 kilómetros hasta El Pardo. En todo momento permanecerá activo un importante dispositivo de seguridad para evitar  conflictos, protestas radicales o cualquier otro episodio de exaltación.

Los costes de una exhumación  son llamativos, ya que pueden ascender a 51.000 euros. Las obras y preparativos para la inhumación del dictador en Mingorrubio rozan los 40.000 euros. A esta cantidad hay que sumar otros 11.700 de las tareas propias de desenterrar al dictador de un lugar público a uno privado.