Morín reivindica relectura civil de la arqueología visigoda

ADM / TOLEDO
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Sus hallazgos en Pla de Nadal (Valencia) y Los Hitos (Arisgotas), además de una experiencia en el estudio de los relieves visigodos que se remonta a los años noventa, confirman elementos asociados al poder en, por ejemplo, San Bartolomé

Morín reivindica relectura civil de la arqueología visigoda - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

«Dentro del mundo visigodo tenemos que acostumbrarnos a hacer nuevas lecturas de determinadas piezas arqueológicas, porque estamos acostumbrados a encuadrarlas dentro de un panorama exclusivamente religioso cuando también hubo relieves concebidos para formar parte de la arquitectura civil». El arqueólogo Jorge Morín de Pablos, quien pronunció en el Museo de los Concilios la conferencia La Sede Regia Toletana a través de la colección del Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda, pone como ejemplos los tondos y veneras reaprovechados en el puente de Alcántara. «Incluso la pilastra visigoda de Santa Justa no tendría por qué pertenecer necesariamente a un templo», señala. Otro buen ejemplo sería San Bartolomé, con presencia de relieves con trifolias esquematizadas y tondos con cruces patadas en los alrededores del edificio mudéjar actual. «Toda esa zona era, antiguamente, un espolón que miraba al río y que sin duda estaba poblado ya en época visigoda. Y también después, como permite comprobar un destacable conjunto de capiteles andalusíes posteriores».
Sus recientes trabajos en el yacimiento de Los Hitos (Arisgotas, Orgaz) -cuyo volumen de piezas excavadas supera ya el centenar-, así como una larga carrera dedicada al mundo de la Tardoantigüedad -primero a través del estudio de las placas-nicho y posteriormente por medio del análisis de la topografía y de los paisajes-, le han permitido constatar allí la existencia de otros restos escultóricos de naturaleza civil, lo mismo que en Pla de Nadal (Valencia), otro de los yacimientos de referencia de este arqueólogo. 
«En esta profesión es necesario realizar relecturas constantemente», añade, lo mismo que «ser consciente de tus limitaciones si eres un prehistoriador reconvertido al campo de la arqueología clásica o un medievalista». En Toledo, continúa, «no existe tradición de arqueología clásica, a excepción de Jesús Carrobles». Por otra parte, «los arqueólogos foráneos no entienden bien la topografía de Toledo, con su mecánica de la plataforma Alcázar-Santa Cruz, el espacio forense cerca de San Pedro Mártir y un espacio suburbial que no desbordaba el Circo. Esto explica asociaciones descabelladas, como trasladar inmediatamente a Toledo el modelo de Constantinopla solo porque hubiese un hipódromo...».

 

Los Hitos, en el Arqueológico. El martes que viene, Jorge Morín presentará en el Museo Arqueológico Nacional los resultados de sus excavaciones en el yacimiento próximo a Arisgotas. Lo hará dentro de un espacio denominado ‘Novedades de la Arqueología Española’, junto al arquitecto José Ramón González de la Cal y la arqueóloga Isabel Sánchez Ramos. Allí constatarán los avances en la configuración de una planta de conjunto más compleja, dotada de espacios fortificados, informando además de hallazgos tan significativos como la importación de ánforas orientales, que ya han sido puestos en conocimiento de expertos como Horacio González, del Österreichisches Archäologisches Institut de Viena.