«Los jóvenes acuden a las clínicas de estética para prevenir»

Redacción/Toledo
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La clínica Zen ofrece tratamientos personalizados y se adapta al presupuesto de sus pacientes. Cada vez acude más gente joven a la clínica y son pacientes que saben lo que quieren.

«Los jóvenes acuden a las clínicas de estética para prevenir»

En estos momentos, ¿la medicina estética tiene buena acogida? 

La medicina estética en España sigue creciendo año a año. Muchas veces se utiliza porque llega un momento que la gente se harta de consejos en internet sobre cómo ponernos más guapas, cómo maquillarnos mejor, y una intenta hacerlo pero no funciona y se busca en la medicina estética un tratamiento exclusivo, personalizado y orientado a embellecer. Lo que se busca son tratamientos de confianza, seguros y lo más importante para las pacientes es que no las cambies, con lo que se tiende a potenciar la naturalidad, a envejecer siendo tú misma y a que los tratamientos te los notes tú, pero no los demás.

¿La pandemia de estos dos últimos años se ha notado también en la medicina estética?

Se acerca mucha más gente ahora. En estos dos años se ha utilizado muchísimo el webinar y las pantallas y ahí una no se ve el rostro y se ha generado una necesidad enorme que no se tenía. También el uso de la mascarilla ha provocado que las zonas del rostro que no eran de relevancia, como las ojeras, ahora sí se remarcan.  Y psicológicamente esta etapa está añadiendo mucho estrés mental y se refleja en la cara, con lo que la gente busca tratamientos para verse mejor y ofrecer una mejor imagen. 

También se ha notado en los tratamientos corporales, que solían ser de temporada. Durante la pandemia han estado mucho tiempo cerrados los gimnasios y muchas personas han cogido peso y necesitan acudir a un centro de nutrición médica y al mismo tiempo buscan un tratamiento corporal para verse mejor.

Se observa desde hace tiempo que  la medicina estética cada vez tiene más pacientes de edades más tempranas.

Sí. La gente joven es cada vez más consciente del envejecimiento y acude a la clínica para prevenir. Son pacientes muy informados e incluso te dicen lo que quiere hacerse. Además, son tratamientos mucho más agradecidos porque se consigue un resultado muy bueno y natural. Pero es necesario trabajar con buenos productos y muy seguros.

Los tratamientos personalizados son la esencia de la Clínica Zen. ¿Cómo se plantea la primera visita?

Me adapto mucho a la persona y me gusta escuchar. Quizá veo a una paciente y sé que necesita unos labios, pero ella te pide las ojeras. Hay que escuchar y hacer ver a la paciente que lo más importante es hacer tratamientos constructivos y quizá antes de tratar el labio, por ejemplo, se necesita tratar el mentón.

Es importante adaptarse a lo que quiere la paciente siempre que sea coherente, y al presupuesto porque hay pacientes que pueden hacerse de todo y otras llegan con un presupuesto limitado y nos tenemos que adaptar a hacer lo que se pueda. También es fundamental que la paciente sepa que quizá los objetivos que quiere no se pueden conseguir en un solo tratamiento y es necesario planificar a corto y largo plazo. 

¿Qué papel juega la radiofrecuencia en los tratamientos actualmente?

Cuando se habla de medicina estética parece que los médicos lo único que queremos es inyectar, pero hay otros tratamientos que favorecen  la inducción de colágeno, entre ellos la radiofrecuencia que actúa a nivel de la epidermis y el Zaffiro que trabaja con infrarrojos actúa a nivel de dermis. Con la radiofrecuencia obtenemos resultados de luz y mejora de la capa mas superficial de la piel y con los infrarrojos del Zaffiro conseguimos inducir colageno y estimular a los fibroblastos para que produzcan ácido hialuronico lo que se traduce en un retensado facial y una hidratación a corto y largo plazo.Ambas tecnologías se pueden combinar con inyectables de ácido hialuronico para potenciar resultados. Personalmente, la tendencia en la medicina estética no va a ser tener caras redondas y muy rellenas de productos porque cada vez gusta menos, se apostará por la inducción del colágeno para conseguir ser tú sin que notes los signos de flacidez en el rostro.

¿Se abusa mucho del bótox? ¿Lo piden mucho los pacientes?

Estamos en la etapa de la mascarilla y lo que vemos es la frente y el contorno de los ojos y ahí un tratamiento con toxina botulínica da unos resultados estupendos, pero también hay que explicar que no es para todas las pacientes. Tampoco es para siempre. Es un medicamento y sus efectos y su duración varían entre las pacientes entre 4 y seis meses. Pero lo que sí es seguro es que te la puedes pinchar cada tres meses. Aun así, suelo recomendar estos tratamientos únicamente dos veces al año porque al final no quieres tener la frente completamente planchada, sino poder gesticular sin que se te marquen esas arrugas que hacen parecer cansada o enfadada.

¿También se van animando más hombres a acudir a la clínica?

Sí. Cada vez hay más. Antes acudían un 5% y ahora un 10 o 15%. Se va a ir aumentando progresivamente porque el hombre ha llegado a la medicina estética a través de la depilación y la nutrición y poco a poco se va atreviendo con tratamientos estéticos. Además, cada vez los médicos estamos mejor formados. Antes se pinchaba con las mismas técnicas a hombres y mujeres y no tiene nada que ver un pómulo masculino con uno femenino. Ahora ya se conocen distintas técnicas. 

¿Qué ofrece la clínica como novedoso?

Tratamientos integrales.  Puedo ofrecer un tratamiento de inyectables y combinarlo con las últimas tecnologías del mercado. El zaffiro, por ejemplo, es un dispositivo médico único en Toledo que nos permite hacer sinergias con inyectables de ácido hialurónico que son termoestables. Se puede conseguir que la piel esté mucho más hidratada y a la vez mejorar el tono porque esa piel estará mucho mejor con menos inyectable si hablamos a nivel facial. 

A nivel corporal aquíno solo utilizamos técnicas de medicina estética, tenemos mucha aparatología para tratar la flacidez, los acúmulos de grasa localizados y otros problemas y es algo que nos diferencia como centro porque no tenemos una única técnica para todos los pacientes. Además, tenemos cosmética formulada por mí que complementa un tratamiento global, en consulta y en casa.

La clínica Zen también ofrece tratamientos dirigidos a la alopecia femenina, un problema que se ha acrecentado con la pandemia.

Sí. Trabajamos la mesoterapia capilar, pero la diferencia se encuentra en que primero diagnostico a la paciente porque no todas las alopecias son iguales. Según el tipo de alopecia hay que recomendar el tratamiento que corresponda en medicina estética o tratamientos con medicamentos indicados. También trabajamos con el aquapure, una tecnología que todo el mundo conoce para la higiene facial pero tiene un programa específico a nivel capilar para mejorar el cuero cabelludo, sobre todo, para pacientes que tienen un exceso de seborrea o descamación y se aplica antes del tratamiento capilar.

¿Hay mucha obsesión por conseguir la eterna juventud todavía?

Hay un poco de todo. Hay gente que necesita continuamente verse bien para que no le merme mucho la autoestima. Estamos constantemente bombardeados por redes sociales y por publicidad que no hace bien a los pacientes ni a la gente formada en medicina estética porque muchas veces lo que se publicita no es real. Por eso, es importante que la gente acuda a clínicas en las que haya personal formado.