Toledo da los primeros pasos para que la antigua circunvalación de Buenavista, actuales carreteras TO-20 y TO-21 sean viales urbanos, con su carril-bici, acerado, bulevar, pasos de cebra y otras dotaciones para el peatón. Vecinos y Ayuntamiento constituyeron este miércoles a las seis de la tarde un Grupo de Trabajo que en primer lugar va a estudiar la reducción de velocidad a un máximo de 50 kilómetros por hora, como corresponde a unos viales urbanos, como paso previo a las mejoras urbanas y peatonales.

La idea final, explica José Luis Gómez, presidente de la Asociación de Vecinos La Ronda de Buenavista es que sea realidad el vaticinio del hoy presidente de la Junta de Comunidades, y entonces alcalde, Emiliano García-Page, que cuando recepcionó los viales ya habló sin tapujos del futuro bulevar.

Tanto Gómez como el presidente del Distrito Norte, Pablo García, han destacado el buen ambiente de trabajo y la buena predisposición de todas las partes en el Grupo. En la primera reunión de contacto de este miércoles, se comenzó a compartir toda la documentación de las personas implicadas. Así, la Plataforma de Afectados por el Ruido puso sobre la mesa los informes del Defensor del Pueblo y el Delegado de Gobierno. La Asociación, por su parte, hizo lo propio con los papeles de la Junta y Demarcación de Carreteras. Todos ellos remitirán estos documentos al secretario del Grupo para que la recopilara y se la hiciera llegar a las partes y que en la próxima reunión, que tiene que ser inmediata, continúe el trabajo.

En cualquier caso, Gómez apunta que, por la documentación que allí se vio, «las cosas estaban bastante claras». Porque «hay documentación que dice que el tramo está recepcionado y es una calle, nos la mandaron el propio Ayuntamiento y la Junta de Comunidades». También hay documentación de otros organismos en el sentido de que «eso es una calle, y lo que hay que hacer es adecuarla». De forma que todos los presentes parecieron conformes.

Esta legislatura. Con la documentación sobre la mesa, el Grupo de Trabajo quiere elaborar un informe que se elevará a Policía Local y a la concejalía de Movilidad para que la valoren y se tomen medidas. En cualquier caso, Gómez se muestra convencido de que tiene que bajarse la velocidad en la zona, «nos mirábamos un poco todos allí, porque parecía que con toda esta documentación no tendríamos que hacer nada, es evidente». Aún así continuará el trabajo.

Una vez la velocidad se reduzca a 50, entienden los vecinos que ya llegarán, porque ya lo permite la normativa municipal, los carriles bici, un acerado y otros elementos como pasos de peatones y semáforos. Incluso Tres Culturas quedaría integrada en la ciudad. Y, con el tiempo, llegará el bulevar, como de hecho se aprobó en Pleno.

Pablo García calcula que la reducción de velocidad en estos tramos, que es el objetivo inicial que puede llevar a otros mayores, puede ser una realidad esta legislatura. Ahora todo depende de que estén los informes, a la mayor brevedad posible. Su intención es que el siguiente encuentro se realice en un máximo de dos semanas.

El edil destacó la cordialidad que prima sobre todo en la mesa de Trabajo, en la que incluso se habló de problemas de salud. Por esa razones, entre otras, destacó, el Ayuntamiento está con los vecinos, escuchando sus demandas y tratando de solucionar los problemas de la mejor solución, trabajando de su mano.