Valle Vicente sustituye a Sonia Gómez como presidenta de la Asociación Regional de Guías de Turismo. Durante su mandato se propone hacer hincapié en «defender la profesión» lo que incluye también al turista y al residente y aportar un trabajo de calidad para el que considera imprescindible la formación continua de los profesionales.

Señala que la asociación cuenta con cerca de 100 integrantes que son aproximadamente el 80% de los guías que consideran dentro de la legalidad y añade que todavía el sector no se ha recuperado del todo.

Tras la pandemia están un 40% por debajo de las cifras de 2019 porque el mercado asiático no acaba de arrancar. De hecho Castilla-La Mancha es una de las comunidades donde «la recuperación es más lenta». A pesar de todo cree que «2023 va a ser un buen año» por el turismo nacional y europeo, también el de Estados Unidos.

Anuncia que el día 21 de febrero será el Día Internacional de los Guías de Turismo con visitas solidarias que organizan a favor de Cáritas. En esta ocasión se ha elegido como tema el de «familias nobles» entre las que destaca el señor de Orgaz del que se cumple este año el séptimo centenario de su muerte. El lema escogido es 'por un turismo sostenible elige bien quién te guía'.

En este sentido insiste en que el decreto regional que regula la actividad es un «desastre» porque hace bueno el intrusismo. Se ha pedido a la Administración regional que lo modifique y proteja a quienes son autónomos frente a la competencia desleal y opina que han demostrado que es perjudicial pero no logran que se rectifique.

Respecto a su trabajo por las calles de las ciudades aboga por trocar la 'turismo-fobia' por la 'turismo-filia'. Afirma que los guías son profesionales están formados y transmiten con pasión la historia y la cultura, en este caso de Toledo, y que cobran una tarifa acordada con el cliente, es decir, no son gente que trabaja por propinas.

Recuerda que las ciudades patrimonio como es Toledo están en permanente hallazgo de restos y trazas históricas que deben estudiar para poderlos transmitir, por eso insiste en la importancia de la formación continua para la que ellos organizan charlas, congresos y conferencias. «Toledo merece guías que sean embajadores de la ciudad», asevera.

Además, junto al Ayuntamiento de la capital están trabajando en una normas de buenas prácticas para que el Casco Histórico no sea un parque temático, por ejemplo que no los grupos no sean  muy numerosos o que el guía no dé las explicaciones con un megáfono sino usando sistemas de auriculares individuales.

Asegura que la pandemia les ha supuesto tres años de paro casi absoluto (algunos cambiaron de actividad) y que Puy de Fou ha sido muy beneficioso para el sector del turismo en general, sobre todo para aumentar las pernoctaciones.