Esta mañana se ha reunido la Comisión regional de la crisis de Ucrania y la consejera de Bienestar Social, Bárbara García, contó que desde las entidades que atienden a los refugiados han hecho varias propuestas. Una de ellas, que es muy concreta, sería la de quitar las sirenas en los colegios donde hay niños ucranianos. «Genera mucho estado de ansiedad», explica, «les recuerda cada 45 minutos que tienen que esconderse bajo una mesa o un mueble por un bombardeo».
En estos momentos hay 419 niños ya escolarizados. En la región el número de ucranianos acogidos asciende a 1.069. Los permisos temporales se han concedido ya a 1.340 y hay 655 pendientes.