Tras un año de invasión, los ucranianos sueñan con regresar

Lola Morán Fdez.
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Este 24 de febrero se cumplen doce meses del inicio de la guerra de Ucrania, conflicto que prosigue y mantiene alejadas de su país a numerosas familias

Asistentes a la manifestación en apoyo a Ucrania celebrada el 5 de marzo de 2022 en Talavera. - Foto: Manu Reino

Hoy se cumple un año del inicio de la invasión rusa de Ucrania, ataque que obligó a miles de ciudadanos de este país a huir para proteger sus vidas y recalar en ciudades como Talavera, donde todavía hoy residen soñando con regresar a su país. Estos doce meses han sido «muy duros» para ellos y «van a seguir siendo» los que pasen hasta que puedan regresar a su país «porque ellos  no se hacen a la idea de quedarse aquí para toda su vida», señala a La Tribuna Victoria Siroshtan, presidenta de la Asociación Talavera con Ucrania.

«Siguen pensando que mañana se termina esta pesadilla, cogen sus cosas y se van a sus casas, tienen allí su vida hecha», añade al respecto, insistiendo en que lo han dejado todo por temor a «perder la vida de sus hijos». El contacto con sus familiares que permanecen en Ucrania se mantiene aunque algunos han sufrido la pérdida de algún familiar a raíz de la guerra.

La presidenta de esta asociación explica que, a lo largo de este año que ha pasado desde el inicio de la guerra en Ucrania, en la entidad han recibido a «muchísimas familias que han venido» a Talavera y a su comarca. «Algunos vienen, otros van, unos regresan y otros no», expone Siroshtan, quien precisa que, en estos momentos, desde la asociación talaverana atienden a 9 familias, lo que suma en torno a unas 35 personas. Todas ellas tienen niños pequeños, perfil de los refugiados que se han desplazado de su país de origen para evitar el conflicto, del que no han podido escapar los varones mayores de 18 años, obligados a quedarse a defender su patria, como recuerda Siroshtan.

«Sabemos que hay más familias pero creo que no les falta ayuda, así que no vienen, acuden más para pedir información o alguna ayuda en plan de acompañamiento para ir al médico, al banco o a instancias como educación o temas administrativos», indica Siroshtan.

Estas familias acuden al local cedido a la asociación en calle del Sol, 18 que se ha convertido en su sede y punto de encuentro donde se les hace entrega de alimentos para ayudarles en su día a día. En un primer momento se les proporcionó también ropa, si bien esto ya no es preciso, por lo que desde la entidad piden a los ciudadanos que ya no se recogen prendas en el local.

Sí se admiten alimentos y productos de higiene, en especial de los primeros y ante todo los que se dirigen a la población infantil, más costosos y necesarios para dar respuesta a la demanda de las familias que siguen acudiendo en busca de esta ayuda, que se facilita cada dos semanas. La asociación abre los jueves de 10 a 13 horas y de 16 a 18 horas.

En concreto, estas 9 familias «intentan quedarse aquí, encontrar trabajo, algunos ya saben español y los niños llevan ya tiempo en el colegio y están integrados». Pese a ello, requieren de un apoyo porque «les cuesta mucho pagar el alquiler y siguen dependiendo de familias españolas» y aunque trabajan, lo hacen «por horas» y no obtienen la remuneración suficiente para hacer frente a todos los gastos.

Como indica Siroshtan, desde la asociación no tienen constancia de que en Talavera estén residiendo familias nuevas, sino que las que están «han venido antes y luego han vuelto o han cambiado pero han regresado». Al respecto, indica que ya no hay movimiento de ucranianos, algo que se estancó hace meses.