Moinsa cierra con acuerdo su planta en Villarrubia de Santiago

Redacción
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Mejora sustancialmente tanto los incentivos y garantías para quienes decidan aceptar quedarse como instaladores como las indemnizaciones para quienes opten por abandonar la empresa que sumarían 28 días por año, hasta un máximo de 30 mensualidades

Instalaciones de MOINSA en Villarrubia de Santiago.

La dirección de Moinsa acordaba in extremis con sus trabajadores de su planta de Villarrubia de Santiago las condiciones para aplicar la Modificación Sustancial de Condiciones de Trabajo (MSCT) que planteó hace dos semanas y que conlleva el cierre de la factoría, dedicada a la fabricación de productos de madera para equipamiento comercial.

Moinsa, dedicada al «diseño, fabricación e implantación» de mobiliario y de todo tipo de elementos para establecimientos comerciales, oficinas, almacenes, decidió sorpresivamente abandonar la producción, que en lo sucesivo pretende subcontratar con otros fabricantes.

Planteó para ello una Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo cuyo periodo de consultas finalizaba el miércoles y que Moinsa había dejado pasar rechazando todas las propuestas de los representantes de las 35 personas que integran la plantilla de su fábrica de Villarrubia de Santiago; y sin hacer por su parte ninguna contraoferta.

«O aceptaban los cambios, sin compensaciones ni incentivos, pese a que les supone a todos cambiar de centro de trabajo, con lo que ello implica; e incluso cambiar de dedicación laboral a los 26 operarios de fábrica, que pasarían a ser instaladores montadores en cualquier destino y en cualquier momento en el que se les requiriera- Lo mismo tendrían que ir tres días a La Coruña a cambiar todos los expositores de un comercio que marcharse corriendo a Cádiz a montar un almacén. Y normalmente, en fin de semana, en festivo y por la noche; para no interferir en la actividad normal del cliente», explicaba el secretario de negociación colectiva de CCOO-Hábitat CLM, Carlos García Montoya.

Finalmente, tras seis horas y media de reunión en la fábrica de Villarrubia de Santiago; durante la que los delegados sindicales de la plantilla solicitaron tres recesos para consultar a la asamblea de trabajadores, ambas partes alcanzaron un acuerdo que mejora sustancialmente la posición inicial de la empresa.

«A quienes opten por el despido, se les indemnizará con 28 días por año, hasta un máximo de 30 mensualidades. Y a quienes opten por aceptar la Modificación Sustancial de la Condiciones de Trabajo, se les ofrecen diferentes garantías, estímulos y mejoras», explicaba García Montoya.

Tanto CCOO como los delegados sindicales y el conjunto de la plantilla valoran el acuerdo, que fue refrendado por unanimidad antes de ser suscrito por las partes.

«Para quienes abandonen la empresa, las indemnizaciones a percibir se incrementan desde un 40% hasta un 300%, en función de su antigüedad. Y quienes prefieran seguir, logran unas condiciones laborales y salariales que inicialmente MOINSA pretendía negarles. Unos y otros pueden afrontar el futuro con una cierta tranquilidad», indicaba García Montoya.

«Lo que ha sido imposible ha sido que MOINSA rectificara su decisión de cerrar la fábrica de Villarrubia de Santiago, con lo que ello supone de pérdida de actividad productiva y de destrucción de empleo en una localidad de 2.500 habitantes en la que la fabrica de MOINSA, que hasta el pasado verano se denominó Tecnydis, suponía una de sus principales industrias», explicaba el secretario de negociación colectiva de CCOO-Hábitat Castilla-La Mancha.

«Solo cabe confiar en que MOINSA encuentre un comprador que vuelva a poner en marcha sus instalaciones, tanto la fábrica de madera que ahora va a cerrar como la nueva nave que edificó en Villarrubia de Santiago con la idea de ampliar y diversificar su producción allí, pero que nunca llegó a inaugurar», concluía.