Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


Tribunal Popular… pero socialista

23/09/2022

Es a lo que vamos a llegar de una forma u otra. Maniobra por aquí -para eso se pintan solos- presión por allí, al final tendremos un poder judicial monocolor, cuyos actos serán presididos, en lugar de por una fotografía del jefe del Estado, por un puño y una rosa.
La estrategia está clara: lo primero es carecer de principios, valores y vergüenza, Siguen poniendo en duda las resoluciones judiciales que no les gustan, que son todas las que no les dan la razón y terminarán colocando en todos los órganos de gobierno judicial a quienes sin pudor alguno hagan profesión de fidelidad y seguimiento de la causa 'herribolivarsocialista'.
La ministra de Justicia ya ha enseñado la patita, aunque no era necesario porque la antena se les ve de lejos. Ha manifestado que en la sentencia de los malversadores andaluces, léase Griñán y Cía., hay dos votos discrepantes. Quiere colocar la idea de que sin unanimidad las sentencias de los tribunales no tienen mucho valor y entonces está justificado que el ejecutivo las 'arregle' a su modo o pasárselas por donde los catalanes la sentencia del veinticinco por ciento del español.
No sé si nos damos verdadera cuenta de lo que esto significa pero es la declaración más clara de autolegitimación del gobierno para sustituir las sentencias que no les gusten. Porque la carne es débil y los héroes escasean en estos y en todos los tiempos y cuando se empieza a repartir privilegios a los amigos, es decir a los jueces 'demócratas', y a poner en el punto de mira a quienes osen hacer cumplir la ley en contra de los intereses socialistas, muchos, aunque no sean progres lo aparentarán, para evitarse problemas y de esta forma el poder judicial acabará siendo un apéndice a las órdenes del señor del Falcon.
El razonamiento de la señora ministra no puede ser más burdo ¿Se imaginan que los tribunales se negaran a aplicar las leyes so pretexto de que al aprobarse ha habido votos discrepantes en las Cortes? Realmente lo que el gobierno socialpodemita con ribetes batasuno-independentistas está haciendo, es algo muy parecido a un golpe de estado, porque está subvirtiendo los poderes del estado, sometiendo uno de ellos, el Judicial, al Ejecutivo.
Está claro que las decisiones judiciales son criticables y debe hacerse, incluso duramente ante el catastrófico funcionamiento de nuestra administración de Justicia. Pero esta crítica tiene dos límites: el primero es que en ningún caso puede llevar a someterlo a otro poder del Estado y, desde luego quien ha de  hacerla no es el Gobierno, porque es el verdadero responsable de este caótico  funcionamiento que hace que en lugar de un servicio  a los ciudadanos sea una rémora que frena de forma grave el ágil desenvolvimiento de la una sociedad moderna.
Es muy grave esto que ocurre con nuestra división de poderes, hasta el punto de  que ha hecho intervenir a la Comisión Europea para frenar los propósitos del gobierno social-podemita. Sin embargo y desgraciadamente no es un tema popular y  seguramente nos ocurra como al ratón con la ballesta, que cuando descubre que es una peligrosa trampa ya está enganchado en ella sin posibilidad de huida. Desgraciadamente la mayoría de los ciudadano no hablan de estos asuntos  en el Metro ni el autobús, como dice la señora ministra de Justicia.