Inesperado acuerdo por el plan del secuestro a una mujer

J.M.
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Los acusados han aceptado dos años de prisión cada por detención ilegal, lejos de los 13 años y medio y 10 años y medio que pedían inicialmente la Fiscalía

Inesperado acuerdo por el plan del secuestro a una mujer

Los abogados acuerdan con frecuencia las conformidades minutos antes del inicio del juicio. Lo más raro es que el pacto entre las partes suceda con las sesiones ya iniciadas. "Han tenido tiempo y han hecho trabajar al juzgado", reprochó Juan Ramón Brigidano, el presidente de la Audiencia Provincial y del tribunal que juzgaba a dos acusados de planear el secuestro y el asesinato de una mujer. Al final, ambos han aceptado dos años de prisión cada uno tras el acuerdo alcanzado entre sus abogados y el de la mujer, junto con la Fiscalía. Lejos de los 13 años y medio y 10 años y medio que pedía la Fiscalía en el escrito de acusación. Además, el principal señalado deberá indemnizar con 9.000 euros a la víctima por daño moral.

A las 11:06 horas, el fiscal leyó el acuerdo de conformidad de las partes y corrigió el escrito de conclusiones. De tal manera, que la acusación inicial de proposición de secuestro y de asesinato ha quedado en un delito de detención ilegal. Así, Benito y Sebastián han aceptado sendas penas de dos años de prisión y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante cinco años, así como comunicarse con ella durante cinco años. Benito, considerado por la Guardia Civil como la voz cantante, tendrá que indemnizar con 9.000 euros a la mujer por daño moral.

El fiscal consideró totalmente acreditado que el resentimiento de Benito contra la mujer por el rechazo sentimental motivó que, en 2015, hablara con Sebastián y buscara la participación de otras dos personas para traer a la mujer, contra su voluntad, desde Extremadura hasta Quintanar de la Orden. El representante del ministerio público subrayó que se trataba de un plan serio para llevar a la mujer hasta un paraje.

La Guardia Civil intervino porque Benito se puso en contacto con un tercer individuo a quien conocía de su estancia en la prisión de Aranjuez. Este hombre (posterior testigo protegido en el proceso) denunció ante la Benemérita, con la que había colaborado anteriormente en otros casos, el plan. Y los agentes, mediante escuchas, dieron por confirmadas las intenciones y detuvo a los dos individuos.