«Somos ese bolsillo sin fondo en el que el Gobierno mete mano»

M.G
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El secretario general de Fedeto, Manuel Madruga, explica la preocupación de los empresarios por la delicada situación económica que atraviesa el país. Pide medidas serias al Gobierno para evitar entrar en una recesión económica

El secretario general de Fedeto, Manuel Madruga - Foto: David Pérez

Según las previsiones, los análisis y la situación económica general, parece que el otoño y el invierno no van a ser muy halagüeños económicamente... 

El empresario está bastante preocupado y asustado porque lo que está viendo, sobre todo, en materia de energía, que no termina de bajar. La electricidad se ha multiplicado por diez y el gas por catorce y el empresario que ha podido se ha decantado por las placas solares para intentar reducir, pero aún así es imposible y muchos de ellos ya están teniendo dificultades para afrontar el año y se van a tener que refinanciar para seguir adelante. Lo peor es que no se sabe lo que va a pasar en los próximos meses y todo da por pensar que es bastante negro. 

Incluso el Gobierno ha dicho ya que vamos hacia un invierno 'duro'. Y suele decirse que cuando los políticos no pintan las cosas bonitas la situación pinta fea.

Sí. El Gobierno nos lleva diciendo que esta situación deriva de la guerra de Ucrania desde el minuto uno, pero la exposición de motivos del decreto del ahorro energético dice claramente que esto se venía venir como consecuencia del covid, lo que demuestra que debieron dar un aviso importante para adoptar medidas necesarias en septiembre del año pasado, pero no lo hicieron porque querían unos Presupuestos Generales del Estado con unos impuestos superiores. Así que reunieron a un conjunto de expertos, todos muy cercanos a la ministra de Hacienda, para demostrarnos que era necesario subirlos. Sin embargo, tenían que haberlos bajado como hizo el resto de Europa porque fuimos el único país en subirlos

También, tenemos un gasto público excesivo, cifrado en 60.000 millones de euros, lo mismo que se recauda por IVA en un año y no tiene sentido que se nos pidan unas reformas que el propio Estado no cumple porque no adelgaza el gasto, y obligue a los empresarios a que todo el mundo sea indefinido mientras la administración tiene un 33% de temporales y sin vías de solución rápida. Si se reduce el gasto público, que ya representa el 52% del PIB español, nos iría mejor. 

¿Se sienten los empresarios en medio de una caza de brujas en los últimos meses?

No nos sentimos como si hubiera una caza de brujas, pero sí como esa diana a la que se puede culpar cuando la culpa claramente la tienen otros. Jamás se reconoce que el empresario es el que mueve la economía y genera riqueza y empleo poniendo su patrimonio y su economía en su negocio, contratando a pesar del riesgo. También somos ese bolsillo sin fondo en el que se mete la mano sin ningún tipo de escrúpulo y es tremendo, sobre todo, cuando el Gobierno no hace lo que debería.

¿Cómo está la situación empresarial de la provincia de Toledo en estos momentos con la inflación y el resto de dificultades?

Exactamente igual que en el resto de España. Si analizamos la economía castellanomanchega somos el 33% y de las diez provincias españolas que tienen dos cotizantes por pensionista, con lo que  Toledo va bien, pero el empresario se resiente y tiene unos márgenes muy exiguos, así que produciendo lo mismo que en 2019 no llega y tiene costes muy abultados. 

Lo de la inflación es muy curioso porque cuanta más hay más recauda el Estado, pero también menos márgenes tiene la empresa y se vuelve menos competitiva, con lo que se generan menos necesidades de contratación y menos inversión que llevan a una cadena que se retroalimenta y va hacia menos trabajo y consumo. Es la línea que vamos a tener ahora porque ya vimos en julio que tuvimos un golpe en el paro tremendo y ha dicho el ministro Escrivá que se prevé 180.000 cotizantes menos en agosto y según las previsiones las malas cifras se han adelantado dos meses, con lo que la situación ha empeorado antes de lo que pensábamos. 

Además, se nos está vendiendo que tenemos más de 20 millones de cotizantes y si hay 9,9 millones de pensionistas es imposible que no se cubran las pensiones, pero hay que tener en cuenta que muchos contratos son a tiempo parcial a pesar de la reforma laboral. Por eso, se está haciendo lo contrario a lo que se debería porque si se rebajaran los costes de la Seguridad Social y los impuestos a las empresas de manera selectiva, porque no se puede tratar a todo el mundo igual en una situación de inflación, habría más cotizantes. 

También se nos dice que Europa tiene una presión fiscal más alta, pero no es verdad, impuesto a impuesto quizá, pero no si se mira en el conjunto. En nuestro país el sistema fiscal es confiscatorio porque roza el 50%. Así, al menos lo consideran en Alemania respecto a este porcentaje.

En los juzgados temen que otoño traiga una avalancha de concursos de acreedores porque en julio se levantó la moratoria que eximía a las empresas de esta obligación en insolvencia.

Esta medida ha servido para salvar una situación muy complicada, pero una vez que se acaba la moratoria es lógico pensar que las empresas cuya situación ha ido empeorando drásticamente se van a multiplicar. Sin embargo, la nueva legislación se supone que va a permitir a las empresas tener más plazo para declarar la insolvencia final y trata de evitar que el empresario, sobre todo, la micropyme, no se quede sin su propio patrimonio, pero habrá que ver si se cumple porque tengo mis dudas.

¿Fedeto maneja alguna previsión de cuántas empresas toledanas podrían echar el cierre de aquí a finales de año?

Es imposible saberlo, pero tampoco es bueno dar datos especulativos de este tipo de cuestiones porque generan una alarma importante en el sector empresarial. Y todo lo que suponga frenar la economía es el mejor camino para la recesión y parece que vamos a ello de cabeza. Lo llevamos diciendo desde septiembre del año pasado y nos tomaban por locos. Tampoco vemos que se estén tomando medidas para que la situación cambie a pesar de la gravedad.

Al empresariado en general le gusta poco el plan de ahorro energético diseñado por el Gobierno. ¿Y a Fedeto?

De parches no se puede vivir. Del plan de ahorro energético nos quedamos con la tontería de la corbata, pero hay que analizar qué ha supuesto. Si coges la factura de cualquier empresa desde abril te das cuenta de que tiene unos incrementos brutales en la factura y no acertamos a comprender porqué unos empresarios lo tienen y otros no y lo mismo pasa en los hogares familiares. Existen muchas dudas, pero creemos que ni es plan ni es nada. No vale eso del aire acondicionado a 27 grados y la calefacción a 19 grados, lo que debería hacer el Gobierno es llevarnos a todos a unas medidas serias, dar consejos para el ahorro y bajar los impuestos que aplica a la energía porque suponen el 41% y cuánto más pago yo más ingresa el Estado. 

Sin embargo, me da la sensación de que el Estado está muy cómodo porque tenemos una deuda pública excesivamente inflada y un déficit desproporcionado y entramos en año preelectoral, donde el gasto público se va a desbocar… Y no se adoptan medidas reales a pesar de que las cuentas del Estado están muy débiles. Ellos intentan salvar sus cuentas y no se dan cuenta de que quienes lo hacen son las empresas y los trabajadores del sector privado fundamentalmente. A veces, me pongo a pensar en empresarios y en trabajadores con sueldos de 1.000 o 1.200 euros y con estas subidas es muy complicado vivir.

¿Es una buena iniciativa bajar el IVA del gas al 5%, como ha propuesto el Partido Popular hace unos días?

Cualquier bajada de impuestos, la plantee el PP o cualquier partido político, es buena. Pero me gustaría que si se plantea una propuesta se sea capaz de asumir cuando se gobierne. En Fedeto siempre que hemos tenido que discutir con los políticos y te das cuenta de que quien gobierna te dice una cosa y quien está en la oposición también te regala el universo. 

Lo importante es que se baje todo lo que se pueda bajar. Es necesario y es de justicia. Cuando el político te explica que se establecen una serie de impuestos porque se contamina lo entiendo porque vamos a un mundo verde y me parece muy bien. ¿Y dónde estaba España hace 20 años? ¿Por qué se ha vuelto verde en los últimos dos años? ¿Por qué hay que hacerlo todo de manera tan rápida y tan intensa cuando la energía eólica y fotovoltaica no son eficientes porque no se tienen mecanismos de almacenaje? 

Estamos haciendo el tonto, como hicieron los alemanes quitando la energía nuclear, y no es de recibo que en un continente del primer mundo como Europa se nos diga que podemos pasar frío en invierno o que se produce un apagón. No tiene sentido. Todos estamos de acuerdo con que hay que tomar medidas contra el calentamiento global, pero no se hace de la noche a la mañana ni por una cuestión populista. Pero seguimos empeñados en que las centrales nucleares tienen que cerrar y no es así.  Francia ya hizo el cambio en su momento, pero nosotros seguimos mirando en otra dirección y Alemania tendrá que echar marcha atrás y volver a ello.

¿En qué se puede traducir el reciente acuerdo alcanzado entre España y Alemania en relación al gas?

Se me escapa. Es en relación al trasvase de gas, pero lo que se debería hacer en Europa es coger el toro por los cuernos y adoptar medidas consensuadas por todos los países, no que imperen unos países sobre otros. Así que no vale que Alemania nos quiera llevar a una armonización porque vaya a perder en producción y espero que un acuerdo de estas características no sirva para realizar concesiones porque España no depende del gas ruso. Lo que faltaba es que Alemania nos dijera lo que tenemos que producir y con qué. Las armonizaciones no son buenas. 

La inflación está disparada y una encuesta reciente apunta que prácticamente el 60% de los empresarios cree que no se están tomando las medidas adecuadas.

Son nulas y el Gobierno no ha tomado una medida realista para bajar la inflación. Además, tenemos una ministra - en referencia a Yolanda Díaz- que se está desgañitando diciendo que hay que subir el Salario Mínimo Interprofesional, pero lo que no está diciendo es por qué. Y lo que está claro es que no lo pide para que los trabajadores ganen más, más bien porque la caja de la Seguridad Social está quebrada y hay un artículo en la Ley de Seguridad Social que te dice que en el mismo porcentaje que suba el SMI subirán las bases mínimas de cotización de los autónomos, con lo que se produce un efecto cascada. 

También nos acaban de presentar un plan para los autónomos que nos venden como jauja y no lo es, pero todo esto demuestra que la situación de las cuentas es muy mala y seguimos sin adoptar medidas.

El Gobierno podía haber tocado determinados impuestos a las empresas, entre otras cosas, para incentivar poder mantener el empleo. Nos quieren llevar a un pacto de rentas en septiembre, pero cómo se va a hacer con una ministra que se posiciona al lado de los sindicatos y dice que hay que subirlo porque sí cuando únicamente está haciendo política porque se va a presentar a unas elecciones y  quiere recaudar más para la Seguridad Social. Sin embargo, la gente no parece enterarse y al final se piensa que los empresarios no queremos que se cobre más. La ministra quiere meter la mano en el bolsillo de los empresarios y es una engañifa. 

Por otra parte, los empresarios hemos propuesto reformar el mercado laboral, pero ha sido imposible porque estaban empeñados en derogar la reforma y perdimos la oportunidad de reformarlo y modernizarlo. No podemos tener el peor mercado laboral de Europa porque tenemos un derecho laboral tremendamente restrictivo para la empresa y no es porque lo diga Fedeto, sino porque tenemos el doble de tasa de paro de Europa y un tercio más de economía sumergida. También se podría optar por bajar determinados impuestos a las empresas y las cotizaciones porque se incentivaría el empleo.

En un momento tan complicado, ¿es necesario proponer medidas para proteger el empleo?

La mejor medida para proteger el empleo es flexibilizar la normativa laboral. Los empresarios no buscan que haya una distancia muy grande con los derechos del trabajador, queremos respetar sus derechos, pero no es de recibo que cuando una empresa se encuentra en una situación de crisis siga machacada a impuestos y con grandes costes porque al final tiene que tirar de los trabajadores. 

La normativa exige, pero cuando la cosa va mal la empresa no tiene otro remedio que cercenar y despedir a los trabajadores, como ocurrió en el año 2008, donde las empresas se arruinaron con esas indemnizaciones tan grandes que tuvieron que afrontar en medio de una situación económica muy mala. Se habla mucho del empleo que se pierde y muy poco de esa pérdida del medio millón de empresas que se produjo en la crisis anterior. 

Tampoco se habla mucho de la economía sumergida.

Se habla poco, pero sí mucho de economía sumergida por parte de los políticos y técnicos que consideran que es una buena herramienta para subir los impuestos. Como tenemos economía sumergida los que están tienen que pagar más, según sus conclusiones. Nadie quiere economía sumergida porque al empresario también le afecta en la competitividad, entre otras cosas, y obliga a un esfuerzo fiscal mayor. Y llega un momento que el umbral de lo que se recauda es tan amplio que es imposible mantenerse y el camino que queda muchas veces es el de la economía sumergida. 

Vamos afrontando las crisis económicas que tenemos desde 2008 de la misma forma y saldremos de la misma manera, con el doble de tasa de paro de Europa, un tercio más de economía sumergida y con un 30% menos de renta per cápita, así que ha llegado el momento de escuchar, pero no quieren. Ya lo hemos visto con la ministra Díaz, que se ha posicionado con los sindicatos y su obligación es escuchar a todos, no imponer y alentar a la movilización. Y ahora parece que da marcha atrás y pide a la patronal que se siente, pero sabe de sobra que se tiene que sentar necesariamente para este tema, pero la situación va por el mismo camino que con la reforma laboral.

Habla de las crisis económicas anteriores, ¿cree que la actual va hacia la misma situación que hubo en 2008? El Banco Central Europeo no cree que vaya a ser tan grave. 

No tiene comparación porque una derivó del sistema financiero, pasó lo que pasó, y nos arruinó a todos y esta tiene que ver con una inflación de costes que está parejo al incremento de la energía que necesitamos para producir y vivir. Esta crisis no se parece a la de 2008, pero como no se resuelva pronto sí se parecerá a la de los años 70, que en comparación la de 2008 fue de risa. 

Tampoco entiendo qué ha pasado con esos hombres y mujeres de estado de los años 80 y 90 a nivel europeo y mundial y parece que la gente que hay está a otro tema y no adopta las medidas necesarias. Ahora estamos con un desnorte que no sabemos hacia dónde vamos. Nadie sabe manejar esta crisis y Europa se está convirtiendo como en una especie de Imperio romano que se está agotando ante la inercia de no hacer nada. 

En estos momentos estamos más preocupados de vertebrar Europa a base de hiperregularlo todo y no nos estamos dando cuenta de que la globalización parece deshacerse y a quienes les va mejor son a las autarquías, como China, que encima nos tiene a todos cogidos. Saben planificar a largo plazo y nosotros parece que lo hacemos año a año.

No sabemos lo que va a pasar, pero el español tiene una capacidad de adaptación a la adversidad encomiable desde hace años. De la crisis de 2008, que duró hasta 2014, nos empezamos a recuperar en 2019 y a continuación nos cayó el covid. Y salimos de ahí y nos encontramos con una inflación prevista que no se quiso reconocer y con la guerra de Ucrania, con lo que no sabemos qué ocurriría si el conflicto se acaba, por ejemplo. Además, con esta situación me parece muy mal que en verano haya un parón del Gobierno y de las Cortes porque los políticos tenían que haber trabajado en verano para planificar y diseñar el pacto de rentas. 

Y también vamos camino de una subida de los tipos de interés...

Es necesario subirlos porque es la única medida que tiene el Banco Central Europeo para controlar la inflación. Estados Unidos lo ha hecho con muchos meses de diferencia y nosotros lo vamos a hacer de una manera muy intensa y en un corto espacio de tiempo. Nos preocupa mucho que eso surja de una forma súbita porque la contracción de la economía puede ser brutal e iríamos no a una recesión técnica sino a una real. Es un tema que está pasando muy desapercibido y es muy importante hacerlo. 

Decía antes que teme que los próximos meses se dispare más aún el gasto por los intereses políticos del periodo electoral...

Empieza ya y las medidas que se tomen tienen que calibrarse muy bien para saber si son populistas o realistas y coherentes con la situación. 

En Toledo, ¿qué pueden hacer las administraciones para ayudar al ámbito empresarial?

El problema es del Gobierno, aunque cada uno en su medida algo puede hacer. Las comunidades autónomas tienen el 50% de IVA y si los presidentes regionales deciden bajarlo en determinadas cuestiones algo harán y tienen capacidad de presión, pero tenemos un problema de gasto público en todos los territorios y en un año electoral van a mantenerlo e incluso superarlo. Además, ahora mismo un ayuntamiento y una región no pueden hacer mucho, aunque sí pueden establecer subvenciones para el empleo. 

Cambiando de tema. En Toledo se presentó el avance del Plan de Ordenación Municipal (POM) en junio. ¿Qué le parece?

Un POM es un POM y ese anuncio es otra cosa distinta. Quiero saber cuándo vamos a tener el POM hecho de una vez y es lo único que me interesa. Las cuestiones parciales me dan igual. Estamos hablando de que necesitamos inversión, tendríamos que superar el umbral de los 100.000 habitantes y seguimos teniendo una empresa del agua contratada que iba a emitir no sé cuántos recibos y seguimos con 85.000 habitantes. No crecemos porque otros pueblos son más baratos, aquí no hay vivienda y no tenemos un polígono industrial en condiciones para que vengan empresas. El POM es urgente y desde que lo tiró el Supremo hasta ahora ha habido tiempo. 

En principio, todo indica que Toledo va a crear diez sectores de viviendas nuevos, ampliará el Polígono industrial, se marca el objetivo de que el río se convierta en el eje vertebrador de la ciudad...

La política puede influir en un 10% de una toma de decisiones de una empresa. Una empresa cuando se va a colocar en un sitio estudia las comunicaciones, los costes y los problemas burocráticos que se pueda encontrar. Me pueden decir que se van a buscar nuevos sectores, como ha hecho Talavera de la Reina con la digitalización y le hacía falta, y en Toledo dependeremos, en buena parte, del Plan de Ordenación Municipal que podamos ofrecer y vendrán más o menos empresas y se implementarán sectores. 

¿Qué ha pasado con Illescas? Que un proyecto 100% privado acaba de hacer un corredor parecido al de Guadalajara y aquí no se ha dado cuenta nadie. Un señor en 2008 y 2009 se fue a Nueva York a vender que tenía unos terrenos para saber qué tenía que hacer para que vinieran empresas y le recomendaron fincas grandes, buscó fondos de inversión y consiguió traer a Amazon, que no lo ha traído ni el Gobierno de España ni el de la región, con lo que se ha producido un efecto dominó y ahora faltan seis millones de metros cuadrados porque sigue teniendo una gran demanda. 

Por tanto, si esto mismo lo hace un señor privado sin financiación bancaria y sin ayudas, ¿tan difícil es hacerlo? No. Hay que moverse y gestionar y puedes equivocarte, pero también acertar y llevarte sorpresas como la de Illescas. Pero sigo sin entender por qué no tenemos todavía un POM en Toledo. ¿Es tan difícil? Se me escapa porque no comprendo muy bien los tiempos políticos, pero el POM es urgente.