Jorge Jaramillo

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Jorge Jaramillo


Europa abre la hucha de la PAC y pide sembrar más

28/03/2022

La Unión Europea abre, por primera vez desde su creación, el fondo de crisis de la PAC. Un instrumento con 500 millones de euros, pensado para salir al rescate de sectores en caída libre por circunstancias sobrevenidas que, todos los años, se nutre del dinero de los propios agricultores al detraerles un porcentaje de sus derechos de cobro si las ayudas superan los 2.000 euros. Cuando no se utiliza, vuelve a sus bolsillos como había ocurrido hasta ahora, pese a las situaciones de emergencia vividas en la agricultura o la ganadería en los peores meses de pandemia, por ejemplo, al decretarse los confinamientos y la paralización de todas las actividades no esenciales.
En el reparto decidido estos días en Bruselas, España recibirá 64,5 millones de euros (el 12,4% del total) aunque la Comisión deja abierta la puerta a una cofinanciación que, en el conjunto de la Unión puede sumar hasta 1.500 millones de euros. Según esta previsión, en el caso de nuestro país, podríamos estar hablando de 193,5 millones de euros contando con ese tercio del fondo PAC, otro tercio que aportará el Estado, y otra tercera parte que deberán complementar las comunidades autónomas. Está por ver, en todo caso, qué tipo de ayudas directas se pueden configurar porque ya han dicho que deben dirigirse a los productores embarcados en prácticas sostenibles o en proyectos de economía circular.
De hecho, hasta el miércoles tienen las organizaciones agrarias de plazo para hacer sus propuestas al Ministerio de Agricultura (MAPA), aunque hay bastante consenso en que se centren en la ganadería, a excepción del porcino que tiene abierta la intervención pública subvencionada, por el subidón de las materias primas y el encarecimiento de otros insumos, mucho más ahora tras perder el mercado ruso y ucraniano. También tienen que opinar las comunidades autónomas.
Sin embargo, este martes, tras el Consejo de Ministros, quizás tengamos las primeras pistas o una visión global en el marco del 'Plan Nacional de Respuesta a la Guerra' que recogerá, asimismo, las compensaciones al gasóleo tras el padrón de los transportistas y las fórmulas para acotar precios máximos en el gas y la electricidad desde la 'isla energética' ibérica.
Entretanto, lo más inmediato será sembrar más. Y por el escaso margen que queda con los cultivos de primavera, la principal baza estará en el girasol si los productores asumen el reto de reducir la brecha que ha dejado abierta ucrania de donde venían cada año más de 500.000 toneladas de aceite de esta grasa vegetal.
En Castilla –La Mancha el techo de tierras en barbecho que obligatoriamente están en descanso por rotación o como reserva de interés ecológico (SIE) es de 600.000 hectáreas lo que no significa que vayan a sembrarse todas. Y eso, pese a la gran expectativa que hay por los precios que hoy se referencian por encima de los 750 euros la tonelada frente a los 300-350 que venían pagándose las campañas más flojas.
 De momento, hay bastante interés como acreditan las casas de semilla, que tenían preparada la mercancía para enviarla a los países del Este. Todo parece que se repartirá entre cuatro países: Bulgaria, Rumanía, Hungría y España.
 Para facilitar las cosas, y como principal incentivo, además de las posibles cotizaciones, Europa ha flexibilizado las normas de la PAC y reduce los controles sobre el pago verde cuyas ayudas no se verán alteradas. Además, esas áreas SIE también podrán fertilizarse.
Pero, ¿cuál es la expectativa real? ¿Podríamos recuperar el potencial que un día tuvimos con esta oleaginosa que se ponía en más de 1,2 millones de hectáreas? Desde luego, en muchos secanos era la única opción, cumplía con un papel agroambiental y fijaba actividad y población en torno a las tierras más pobres de regiones como la nuestra. Hoy cultivamos la mitad.
Así las cosas, ¿es viable, a medio o largo plazo, la reconquista de esas tierras? Quizás habría que preguntárselo también a la industria.