La alergia se adelanta por la temperatura y falta de lluvias

Lola Morán Fdez.
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En estos momentos hay niveles altos de pólenes de cipreses y arizónicas en Talavera. La temporada de alergias respiratorias se extenderá hasta el mes de julio

La alergia se adelanta por la temperatura y falta de lluvias - Foto: Rueda Villaverde

La temperatura más elevada de lo habitual en estas fechas y la falta de lluvias han adelantado la temporada de alergias que, en el caso de las cupresáceas -cipreses y arizónicas- prolongará también su duración por este mismo motivo. Así lo señaló a La Tribuna Álvaro Moreno Ancillo, facultativo de Alergia del Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera y presidente de la Asociación para la Investigación en Alergia y Asma, quien confirmó que, en el caso de Talavera, «ya desde finales de febrero están los niveles potentísimos» de pólenes de cupresáceas, cuando el pico se suele alcanzar por lo habitual en marzo.

Si bien aún no se puede garantizar cómo será la temporada,  sí está claro ya que los niveles de arizónica son «potentes». Así, este año, al no haber habido precipitaciones y tener temperaturas más elevadas de lo habitual, hace que los niveles de pólenes de las cupresáceas sean más altos. Una circunstancia que se da en toda España, si bien Moreno Ancillo subrayó que, en el caso de Castilla-La Mancha y más aún en el del Talavera, el dato es «particularmente alto» con el consiguiente riesgo elevado de alergia al polen de ciprés y al de arizónica.

Como señalan desde la Red de Aerobiología de Castilla-La Mancha (Aerocam), los niveles de cupresáceas pueden ser especialmente elevados durante las horas centrales del día, en días soleados con temperaturas moderadas. Asimismo, indican que los cipreses y arizónicas se encuentran en plena floración y, por tanto, el riesgo de alergia a este polen continuará durante las próximas semanas. En cuanto a los niveles de polen de parietarias, en Talavera son ahora mismo moderados.

Se da la circunstancia de que la arizónica es la especie más plantada por lo general en las ciudades, y de ahí que estos pólenes en ciudades como Talavera «han ido apareciendo en nuestro calendario de pólenes a lo largo de los últimos años de forma cada vez más importante». Algo que se explica en que se recibe ahora «la cantidad de polen de lo que se ha ido plantando en los últimos 30 años». Por este mismo motivo, «todavía no tenemos tantos alérgicos graves al polen de cupresáceas, pero con esta presión es posible que cada vez haya más».

Moreno Ancillo indicó además que se trata del primer polen que aparece en el ambiente. Suele hacerlo desde finales de año hasta marzo aproximadamente, con su máximo pico en la zona de Talavera desde mitad de febrero hasta finales de marzo.

Este año, la temperatura superior a lo habitual para el mes de febrero, unida a la falta de lluvia, «ha hecho que se adelanten un poco los niveles altos» de cupresáceas en Talavera. De hecho, Moreno Ancillo confirmó que ya está habiendo personas con síntomas desde la pasada semana y se prevé que esta primera semana de marzo haya aún más.

Como explicó este especialista, aquellas personas con alergia tan solo a las cupresáceas -si bien no es lo habitual- solo tendrán síntomas ahora. Sin embargo, la mayoría de alérgicos «van a empezar a tener síntomas más adelante», si bien los que tienen alergia a todos estos pólenes «van a empezar ahora y terminarán en julio».

Sobre esta cuestión, Moreno Ancillo recordó que, atendiendo a la aparición de los diferentes pólenes, los síntomas de alergia llegan primero con las cupresáceas;después, aunque empiezan las gramíneas, el polen más potente a partir de abril es el del plátano de sombra; desde abril y hasta finales de junio, cogen potencia las gramíneas y, en el caso de Talavera alcanzan su pico máximo a mediados de mayo. Por su parte, el olivo se solapa con la gramínea, aunque se da más hacia mayo y junio.

Moreno Ancillo señaló que, durante el verano, se dan otras plantas, de las familias de las quenopodiáceas, de las amarantáceas y de las urticáceas, menos prevalentes en esta zona y que precisan que se esté cerca de ellas para causar los síntomas alérgicos.

De esta manera, «un talaverano fetén empezaría en febrero con la arizónica, tendría un pico de síntomas en abril con el plátano y seguiría luego en mayo y junio y pasaría una mala feria con las gramíneas y el olivo», detalló Moreno Ancillo.