Más de mil pediatras de toda España se reunirán en Toledo del 17 al 19 de octubre en el 33 Congreso de la SEPEAP, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria. En este encuentro está previsto que se traten asuntos tan fundamentales en la evolución de los niños como la influencia del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en el fracaso escolar o la alimentación como un factor de riesgo para su salud.
El programa también incluirá un apartado para analizar la evolución del sueño, ya que hasta el 30% de los niños presentan trastornos de este tipo a lo largo de su infancia. Esta alta incidencia hace que sea uno de los principales motivos de consulta en pediatría, porque además también repercute en la calidad de vida de los progenitores. Se estima que sólo en el primer año de vida, los padres pierden entre 400 y 700 horas de sueño por los desvelos de su hijo.
El pediatra Manuel Sampedro, explica que «los bebés no nacen sabiendo dormir, sino que aprenden durante su desarrollo psicomotor». Por ello, es muy importante el primer año de vida a la hora de adquirir patrones de sueño. Y es que está comprobado que los niños duermen de forma autónoma tienen menos despertares con reclamo.
Lo normal es que durante los primeros seis meses, un bebé duerma hasta 17 horas, aunque lo hará en ciclos de tres y cuatro horas. No será hasta llegados los siete meses aproximadamente cuando consigan un ritmo de sueño nocturno continuado. Para detectar problemas en el sueño, los expertos recomiendan una agenda del sueño, en la que quede reflejado cada día cómo ha descansado el niño. De este modo, en caso de anomalía el pediatra podrá detectar que existe un problema. Llegado el caso, se intentaría reeducar al pequeño en el sueño y en última instancia, se indicaría medicación.
El buen dormir es la combinación de leyes biológicas, el apego y la actitud de la familia. Cada persona tiene unas necesidades individuales de sueño y no existen datos absolutos sobre cuántas horas diarias debe dormir un niño o un adolescente pero sí hay unas recomendaciones para una salud óptima, que vienen de la mano de la Academia Americana de Medicina del Sueño (AAMS) y que establecen que un bebé entre 4 y 12 meses de edad debería dormir de 12 a 16 horas diarias; de 1 a 2 años de edad, de 11 a 14 horas diarias; de 3 a 5 años, de 10 a 13 horas; de 6 a 12 años, de 9 a 12 horas; y de 13 a 18 años, de 8 a 10 horas de sueño diarias.
EL CONGRESO Y LA CIUDAD. Así, durante tres días se desarrollarán más de 60 actividades de actualización pediátrica en las que se darán a conocer las últimas novedades de la especialidad, entre las cuales se presentarán investigaciones y trabajos científicos llevados a cabo por especialistas y grupos de trabajo de la Sociedad.
También habrá cabida para hablar sobre el papel de los pediatras y la situación que atraviesa la atención primaria. En este punto, el doctor Jesús García Pérez, presidente del comité organizador, explica que «los pediatras somos los profesionales más cercanos a la comunidad y nuestro primer objetivo es la prevención de problemas de salud, especialmente de los pacientes crónicos, que serán objeto de los debates del congreso».
Cabe destacar, que por primera vez el Congreso buscará la implicación de la ciudad. En esta nueva línea de trabajo, se llevarán a cabo charlas con escolares para concienciar a los adolescentes del cuidado de su piel y tendrá lugar un taller con padres de niños con dermatitis atópica, impartido por el Dr. De Lucas, experto a nivel nacional.
Además, al coincidir la cita con el 30 aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, se creará un concurso dirigido a los más pequeños de la casa, para que expresen su visión sobre los derechos del niño a vivir en cualquier país, libres de discriminación, violencia y abandono. Una iniciativa con la que pretenden concienciar a los escolares de su situación y la de sus semejantes en otros lugares del mundo.