Las limpiadoras del hospital exigen el fin de las vejaciones

J. Monroy
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De las 120 trabajadoras, las mismas que en el Virgen de la Salud, hay 18 de baja por acoso. Denuncian que reciben broncas, les hacen fotos, y no tienen tiempo ni para ir al baño

Las trabajadoras de la limpieza del Complejo Hospitalario de Toledo vuelven a salir a la calle, esta vez para rechazar el establecimiento de una doble plantilla y el acoso laboral que sufren; denunciar que la empresa no quiere que haya representación sindical y quiere hacer modificaciones sustanciales en sus condiciones; denunciar también que no se respetan las libranzas de las trabajadoras; y que el Sescam «tiene conocimiento de todo esto  y no hace nada».

De forma que las trabajadoras se han concentrado a las puertas del Hospital Universitario este miércoles por la mañana de la mano del sindicato CCOO. José Luis Cerro, secretario general de CCOO-Habitat Toledo, que lleva los servicios de limpieza, responsabiliza a la subcontrata de la UTE de limpieza de este acoso laboral.

Al comenzar a trabajar el hospital, lo hizo con una UTE de limpieza formada por Clece, Acciona y OHL, fondos de inversión, «que a su vez subcontrata todos los servicios». Noventa trabajadoras pasaron del Virgen de la Salud, donde nunca habían tenido problemas más allá de los normales, al nuevo Hospital Universitario. Aquí «se encuentran con una concesionaria que lo que busca es sacar mayor rendimiento económico y para ello, está todo el día detrás de las trabajadoras, las hace fotos, no las deja ir al servicio, en seguida les dicen que se levante del bocadillo, etc.».

Las limpiadoras del hospital exigen el fin de las vejacionesLas limpiadoras del hospital exigen el fin de las vejacionesComo dato, en este hospital, que es el doble que el Virgen de la Salud, está la misma plantilla de limpiadoras, 120, que quieren que hagan el mismo trabajo. A todo esto se unen problemas de cobros «y los trabajadores no pueden hablar con la UTE para reclamar el dinero que están dejando de cobrar en las nóminas». Están 14 o 30 días sin días de libranza. Y la situación es más grave para las primeras trabajadoras en la UTE, las que no llegaron del Virgen de la Salud y tienen peores condiciones.

Cerro se ha reunido personalmente con el gerente del Sescam, «saben de esta problemática y no han hecho nada». También le ha aportado las dos denuncias que se han presentado ante la Inspección de Trabajo, que el representante sindical espera que vaya lo antes posible.

Testimonio. Como testimonio de lo que pasa en el hospital a diario, Rosa María Sánchez, portavoz de las limpiadoras, incidió que hoy en día «tenemos muchísimas bajas por acoso». Tras el desembarco en las nuevas instalaciones el mes de diciembre «con mucha ilusión», se han encontrado con que «aquí nos tratan muy mal, nos están vigilando constantemente, nos están acosando, estamos llorando todo el día». Una representante de la concesionaria, denuncia, «está todo el día vigilándonos y se dirige a nosotros». El viernes le tocó a ella, y tuvo que acudir a urgencias, pero no es un caso aislado:«el otro día sacaron a una chica de quirófano diciéndole que era una guarra, que era una sinvergüenza; era una señora mayor que daba pena cómo lloraba y se fue corriendo a la calle, hubo que coger y calmarla con un orfidal». Ante esta situación, apuntó, las trabajadoras se han visto obligadas a expresar su protesta en la calle «para que nos dejen vivir, porque para trabajar, no hace falta que nos hagan esto». Tras más de cuarenta años de experiencia, en el Virgen de la Salud, recordó, y tras pasar por siete empresas, «ninguna nos ha tratado como ahora».

Las limpiadoras del hospital exigen el fin de las vejaciones
Las limpiadoras del hospital exigen el fin de las vejaciones
Sánchez puso más ejemplos de este acoso: «cuando hacemos las habitaciones, va gente de la casa y preguntan a los enfermos si hemos fregado las habitaciones, si hemos hecho el servicio, y nos hacen fotografías». También denuncia exceso de trabajo. Los domingos, tienen que hacer 44 habitaciones, cuando en el Virgen de la Salud eran 32, mientras que la empresa «nos va dando largas», mientras que «nos trata muy mal muy mal». A eso se suma que tras el acoso «las trabajadoras se cogen la baja y ya no vuelven, y aquí no meten más gente». A esto se une, denunció finalmente Sánchez una doble plantilla: están las trabajadoras que han llegado del Virgen de la Salud y las que ya estaban en el hospital Universitario, cada grupo con sus características laborales. Las primeras tienen todavía peores condiciones y si se quejan, les quitan hasta las libranzas.