La excepción ibérica

Diego Izco (SPC)
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Portugal tiene mimbres para hacer el mejor fútbol de Europa, pero el plan de Santos es muy distinto

Cristiano Ronaldo ordena a sus compañeros en el terreno de juego en el encuentro de Liga de Naciones que les enfrentó a la República Checa. - Foto: DAVID W CERNY

A pesar de 'La Raya', esa frontera de 1.214 kilómetros, la más larga existente entre dos países de la Unión Europea, cualquier aficionado al fútbol tiene anotadas cuentas pendientes con Italia por lo de Tassotti y 10 faenas más, con Francia porque son franceses o con Alemania porque ni con el 6-0 nos hemos sacado los golpes históricos, con los Ingleses ni hablemos, incluso alguna pendiente con Brasil por lo de Cardeñosa, el no-gol de Míchel y complejos históricos... pero no hay relatos de conflictos o revanchas con Portugal. A pesar de 'La Raya', sí, y de que es la selección contra la que más hemos jugado. 

Son 40 partidos, 41 a partir de esta noche. Y a pesar de que España ha dominado históricamente el tanteador ibérico, la rivalidad, el mano a mano, ha explotado en el presente siglo: nueve enfrentamientos y solo una victoria 'roja' ante los vecinos. Pero, ¿cómo olvidarla? Aquel gol de David Villa en el 63, octavos de final en Ciudad del Cabo, el primer 1-0 de los cuatro consecutivos que hicieron campeona del Mundo a la selección de Del Bosque. Y en el mismo cajón cabría el empate (0-0) resuelto en los penaltis (4-2) en un Donbás en paz en las semifinales de la Eurocopa'12, aquella de la que Cristiano Ronaldo se fue clamando al cielo («¡Qué injusticia!») sin poder tirar el quinto penal que se había reservado para la gloria que nunca le alcanzó. 

Las derrotas dolieron. Una en aquella Eurocopa'04 en la que los lusos eran anfitriones (1-0 en la primera fase) y un amistoso, jugado en Da Luz apenas cuatro meses después de la explosión en Sudáfrica, que Portugal se lo tomó mucho más en serio: 4-0 para los locales, en lo que fue la mayor derrota de la Roja en lo que va de siglo (unida al 1-5 encajado ante Países Bajos en el estreno de Brasil'14). 

Joao Félix se prepara para golpear el balón en una sesión de trabajo previa al enfrentamiento contra España. Joao Félix se prepara para golpear el balón en una sesión de trabajo previa al enfrentamiento contra España. - Foto: MIGUEL A. LOPESEl resto de duelos, empates, describe el absoluto equilibrio actual entre portugueses y españoles: los últimos de forma consecutiva, del 3-3 de Rusia'18 (con el 'hat-trick' de Cristiano Ronaldo ante De Gea, convertido en 'meme' nacional aquel día) hasta el 1-1 del debut mutuo en la Liga de las Naciones pasando por dos amistosos sin tantos en Lisboa y Madrid. 

Estilo

En el fútbol moderno, Portugal es un favorito de cartón piedra: kilo a kilo, hombre a hombre, está a la altura de las mejores… pero no su propuesta futbolística. Fernando Santos vive muy cómodo en el banquillo desde 2014, cuando le encargaron una reestructuración y ganó la Eurocopa de 2016 a las primeras de cambio. Su crédito es ilimitado -salpicó la transición con la Liga de las Naciones de 2019-, pero cada vez hay más voces pidiendo un cambio: la categoría individual de sus futbolistas invita a ejecutar un plan mucho más ambicioso y ofensivo. En un 'neo-fútbol' de músculo y transiciones rápidas, España y Portugal (donde reside la técnica de Europa) deberían representar algo así como la 'excepción ibérica'.

Santos, a pesar de Bernardo Silva, Bruno Fernandes, Joao Félix, Leao y un enorme puñado de artistas y virgueros del esférico, prefiere 'dejarse hacer' y aprovechar el error. Se mantiene fiel al estilo a pesar de meterse en el Mundial por la puerta trasera de la repesca o de caer hasta la novena posición del 'ranking' FIFA (séptima de Europa tras Bélgica, Francia, Inglaterra, España, Italia y Países Bajos). 

Bernardo Silva realiza ejercicios de estiramiento durante un entrenamiento con la selección lusa.
Bernardo Silva realiza ejercicios de estiramiento durante un entrenamiento con la selección lusa. - Foto: PEDRO NUNES
El nombre propio, en otras circunstancias, sería el de Cristiano Ronaldo: capitán y máximo goleador, mito viviente... sin embargo, camina con paso firme hacia convertirse en una mala copia de sí mismo. Ante la República Checa, y a pesar de la goleada, falló varias ocasiones cantadas, cometió un penalti víctima de la frustración... y salió con la nariz partida víctima de un choque con el portero.