Cortada la acera en Cabestreros por riesgo de desprendimientos

F. J. R.
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El martes una piedra de más de un metro cuadrado cayó a la vía y, aunque los bomberos sanearon la zona, se ha optado por limitar el paso de peatones a la espera de una intervención que se producirá después de las navidades

Cortada la acera en Cabestreros por riesgo de desprendimientos

Unos 60 metros de acera del Paseo de Cabestreros han sido vallados y cerrados al paso como medida de precaución ante el riesgo de desprendimientos de rocas en la zona. El Ayuntamiento de Toledo tiene ya planteada una actuación en el talud, que se acometerá pasadas las Navidades con fondos de las ayudas por la borrasca Filomena que ascienden a un millón de euros, según confirman fuentes municipales.

El pasado martes una piedra de más de un metro cuadrado se precipitó desde el talud rocoso, y aunque no afectó por fortuna a ningún viandante ni vehículo, obligó a intervenir a los bomberos del parque municipal de Toledo.

Ante la imposibilidad de mover la roca por su peso, tuvieron que cortarla en varios trozos. Posteriormente, técnicos municipales evaluaron el estado del talud, procediéndose también por parte de los bomberos a sanear algunas partes de la pared de roca.

Un corrimiento de tierra a consecuencia de las fuertes lluvias que han caído sobre la ciudad en los últimos días es la causa del desprendimiento, y de cara a evitar males mayores se ha procedido a vallar la acera más cercana al talud para evitar daños personales en caso de que se produzcan nuevos desprendimientos de piedras.

En el caso de que cayeran más piedras, el Ayuntamiento acometería una actuación de urgencia.

Está previsto que sea a mediados del próximo mes de enero, una vez hayan concluido las navidades, cuando se pueda realizar un saneamiento más profundo de la zona, garantizando su estabilidad. El dinero de la intervención llegará del fondo de ayudas para compensar los daños causados por la nevada de Filomena, que también afectó a la estabilidad de rocas en otros puntos de la ciudad.

No es la primera vez que se produce un desprendimiento en esta zona y se obliga a cortar un tramo de acera. En mayo de 2020 cayeron varios cascotes y piedras a la calzada, aunque en esa ocasión se debieron a daños en la muralla medieval de la ciudad.

La actuación tardó en llegar porque fue necesaria la participación del Ministerio de Cultura, responsable del elemento patrimonial, y una vez se llevó a cabo desembocó en el descubrimiento de parte de la muralla árabe de Toledo, concretamente del periodo califal de la ciudad (siglo X). Son 30 metros de muralla y las bases de tres torres, que formaban parte del recinto conocido como alficén, que ahora pueden contemplarse restaurados y consolidados, y que se encuentran muy cercanos a la actual zona del desprendimiento.

La Policía Local, además de colocar las vallas para evitar el paso de viandantes por esa zona, ha instalado un paso de peatones provisional (marcado en amarillo) favorecer el cambio al otro lado del paseo de Cabestreros.