Talavera dispondrá de tres grandes zonas de aparcamientos disuasorios cuando se pongan en marcha las restricciones de acceso al Casco obligadas por la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). No está aún en marcha, pero sí se trabaja en su instalación que comenzará a desarrollarse en el presente año.

La alcaldesa, Tita García Élez, quiso aclarar ayer que aún se puede entrar al Casco Histórico y que incluso podrá seguir haciéndose una vez entre en marcha este nuevo sistema de acceso a las zonas centrales de la ciudad, pero lo hará con una serie de limitaciones obligadas por la nueva legislación.

Lógicamente se podrá acceder como residentes, se establecerán zonas de carga y descarga para comercio y hostelería y para los trabajadores de esta zona de Talavera, pero no se podrán aparcar vehículos. «Talavera va a poder seguir entrando a su Conjunto Histórico, pero habrá algunas restricciones que estarán condicionadas al tipo de vehículos que como pasa en otras localidades, tendrán que aparcar en una zona destinada a ello», dijo García Élez.

Para ello, se establecerán tres grandes aparcamientos disuasorios, invitando a los conductores a dejar el vehículo fuera de la zona acotada por la ZBE y animando a pasear por la ciudad hasta la zona reconocida como Conjunto Histórico.

La alcaldesa detalló que uno de ellos será el abierto en la zona del ferial, entre Talavera Ferial y los arcos (ocupado cada miércoles por el Mercadillo semanal); el segundo se ubicará en las inmediaciones del polideportivo José Ángel de Jesús Encinas mientras que el tercero se abrirá cerca del parque de Los Sifones.

Actualmente el proyecto se encuentra en licitación, mientras que desde el mes de febrero se iniciarán los encuentros con vecinos, comerciantes y trabajadores de la zona, con quienes intentarán «equilibrar» sus intereses con el cumplimiento de la normativa estatal.

También se trabaja ya en la instalación de unas 15 cámaras de videovigilancia para controlar el tráfico y la seguridad de los ciudadanos.