El concejal Germán García fue el primero que entró el pasado día 8 en la ermita de Nuestra Señora de la Fuente Santa y vio el desaguisado. El interior de este templo datado entre los siglos XVII y XVIII había quedado totalmente desvalijado y sólo quedaba la talla de la Virgen y un Cristo crucificado. No había rastro de otros crucifijos, de candelabros, de diferentes tallas ni de otros elementos litúrgicos, de ornamentos de cerámica, de un atril de madera, de un expositor dorado con la talla de San Luis, ni de un cuadro de San Luis Gonzaga ni otro de San Pedro. De momento no hay sospechosos.

El botín, denunciado ya ante la Guardia Civil, se basaba en donaciones efectuadas a la ermita de Nuestra Señora de la Fuente Santa, cuya romería congrega a miles de fieles cada 1 de mayo. Se trata de una de las manifestaciones religiosas con mayor devoción de la comarca de la Campana de Oropesa. «Tenemos mucha pena. Me imagino que no ha sido nadie de la localidad», afirma García.

La ermita de Nuestra Señora de la Fuente Santa está localizada en un paraje a unos dos kilómetros del núcleo urbano, circunstancia que facilitó este robo. Los vecinos se encontraron con que habían arrancado una verja y roto una ventana de la sacristía. Por este lugar entraron en el templo que la Diputación Provincial describe de esta manera: «Construido con mamposterías rústica. En el exterior los muros tenían un revoco de mezcla de cal, dejando al descubierto sólo las caras grandes de las piedras. El presbiterio, elevado sobre el resto del suelo mediante una grada de piedra».

El concejal de Parrillas subraya que el botín pudo ser completado con la talla de la Virgen porque rompieron el cristal que protege la imagen y hay indicios de que intentaron la sustracción. «No sé si no les dio tiempo o que se protegió la Virgen», afirma el representante municipal, esposo de la Hermana Mayor de la cofradía de Nuestra Señora de la Fuente Santa.

García apunta que el templo había sido víctima de otros allanamientos, pero no habían echado en falta elementos como ha ocurrido en esta ocasión. La fecha del suceso ronda entre el 3 y el 8 de noviembre, días en los que nadie visitó la ermita de Nuestra Señora de la Fuente Santa.

Unos elementos son irreemplazables, y otros serán sustituidos mediante donativos. El Ayuntamiento baraja también cómo reforzar la seguridad.