Se busca a la mejor Irene

J. M. Loeches
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La atleta toledana encara su tercer Mundial con el objetivo de meterse en la final, aunque para conseguirlo tenga que realizar marca personal

Se busca a la mejor Irene

Londres, Doha y ahora Eugene. Irene Sánchez-Escribano ha tenido que plantarse en una modesta ciudad del estado norteamericano de Oregon para buscar su mejor versión. Solamente la mejor Irene sería capaz de abordar el objetivo que se le ha resistido a la toledana: estar en una final de los 3.000 obstáculos de un Campeonato del Mundo.

La atleta del Adidas ha tenido unos días para aclimatarse al recinto, y para superar el cambio horario. Además, se ha podido ejercitar en el complejo universitario que rodea al estadio donde se va a disputar el Mundial, algo que ha facilitado, sin duda, la puesta a punto. Pero Sánchez-Escribano reconoce que ya venía realizando «muy buenos entrenamientos» y que las sensaciones «van siendo cada vez mejores».

Para nada le va a afectar no haber conseguido su séptimo título nacional de los 3.000 obstáculos, al ser superada en Nerja por su compañera de la selección en la distancia Carolina Robles. «Está en un momento magnífico, y simplemente no me respondieron las piernas a su cambio de ritmo, pero estuve a punto de alcanzarla», reconoce la capitalina.

Sí que tiene claro que, tras ser vigésima segunda en Londres y vigésima en Doha, tiene que afinar mucho en Eugene para no quedarse en semifinales. «El nivel está subiendo bastante, no solo a nivel global, sino también entre las europeas», dice la toledana, que prevé el corte para la final en torno a los 9 minutos y 25 segundos. Eso sería conseguir marca personal, unos segundos por debajo de los 9:27.53 de Birmingham, en 2019, que a día de hoy siguen siendo el techo de Irene Sánchez-Escribano.

En cualquier caso, el Mundial de Eugene es una etapa más dentro de un verano cargado de competiciones, y que el próximo mes de agosto trae otra cita internacional, el Europeo de Múnich (Alemania), para el que la toledana ya está clasificada. «Todavía queda mucho por delante, y hay margen para afinar, pero lo importante es que estoy con confianza», asegura Sánchez-Escribano, que va en busca de la mejor Irene.

La nota positiva es que la semifinal se va a disputar este sábado 16 de julio a primera hora de la mañana en Estados Unidos, por la tarde en España. Se evitarán así las altas temperaturas. Además, en caso de acceder a la final, la carrera será ya el miércoles por la tarde, así que la toledana tendría bastantes días para la recuperación. No podrá establecer ninguna estrategia con la otra española, Carolina Robles, porque previsiblemente estarán en semifinales diferentes.