La delincuencia repunta un 6% en Castilla-La Mancha

J.A.J
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Las infracciones penales denunciadas ante las Fuerzas de Seguridad en Castilla-La Mancha suben de las 64.000 de 2017 a 68.000 en 2018. El alza de los delitos sexuales es de un 31 por ciento.

Material decomisado por las Fuerzas de Seguridad del Estado a una banda dedicada al robo en domicilios. - Foto: Ángel Ayala

Las infracciones penales denunciadas ante las Fuerzas de Seguridad en Castilla-La Mancha han subido un 6,4 por ciento durante el año pasado. Así se recoge en el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, recientemente publicado.

En cifras absolutas, las infracciones penales pasaron de las 64.006 detectadas en 2017 a las 68.115 en 2018. El grueso de este alza se entiende por los delitos leves, que pasaron de 37.488 a 43.069.  Aumentaron un 14,9 por ciento, más del doble que el total.

La estadística de Interior sólo desglosa 13 tipos delictivos concretos por la alarma que generan en la sociedad. Entre ellos, son los que se cometen contra la libertad sexual los que registran un aumento cuantitativo y cualitativo apreciable, al pasar de 371 denuncias registradas en la región en 2017 a 489 el año pasado. Esto supone un alza del 31,8 por ciento. Dentro de estos delitos, las agresiones con penetración experimentan una subida mayor, del 52,9 por ciento, al pasarse de 34 denuncias en 2017 a 52 en 2018. El resto de delitos sexuales aumentan un 29,7 por ciento, al pasarse de 337 denuncias en 2017 a 437 denuncias en 2018.

Este alza de los delitos sexuales en general es mayor de la registrada ya en 2017 respecto a 2016, de un seis por ciento. Además, en el 2017 se detectó una caída de las violaciones con penetración denunciadas de un 10 por ciento, que un año después se invierte.

 

Los secuestros pasan de dos a cinco por año.

Sin embargo, el mayor aumento porcentual de un delito grave en el último balance anual de criminalidad de Interior corresponde al delito de secuestro, un 150 por ciento. Pero esta oscilación parte de una cifra absoluta bajísima de este delito en la región en 2017, dos casos denunciados, por lo que los cinco denunciados ya en 2018 logran un efecto exponencial.

Suelen producirse más denuncias en lo relativo al tráfico de drogas. Así, en 2018 las fuerzas de seguridad presentes en la región registraron unas 439 denuncias en 2018, frente a las 426 contabilizadas en 2017. Esto da un alza de este tipo de delitos en el último año analizado de un 3,1 por ciento, que al menos es inferior al 16 por ciento en que subió en 2017.

A partir de aquí, en el resto de delitos graves se dan descensos en mayor o menor escala. El que más disminuye es el de sustracciones de vehículos, un 39,5 por ciento, al pasarse de los 1.105 casos denunciados en 2017 a los 669 de 2018. De este modo, aumenta el descenso de este delito ya detectada en el Balance de 2017, un 26,9 por ciento. El fenómeno confirma no sólo la mayor efectividad de las Fuerzas de Seguridad para abortar este tipo de delitos, sino incluso que el vehículo está perdiendo atractivo para los amigos de lo ajeno, quien sabe si por el actual cuestionamiento social de vehículo privado como medio de transporte por sus repercusiones medioambientales.

Siguen en los descensos durante el año pasado los delitos contra la vida e integridad física de las personas. Así, los asesinatos y homicidios intencionados consumados pasaron de 12 casos denunciados en 2017 a ocho en 2018. Esto supone una reducción del 33,3 por ciento, frente al aumento del nueve por ciento registrado en el balance de 2017.

En 2018, también cayeron los asesinatos y homicidios en grado de tentativa, con 29 casos denunciados frente a los 34 de 2017. Esto supone una caída del 14,7 por ciento, frente a la subida del 25 por ciento que tuvo este delito de 2016 a 2017.

El único delito violento en el que consta un aumento en el último balance de criminalidad, si bien es apenas apreciable, es el de delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria. Aquí se pasaron de 573 casos denunciados en 2017 a 582 en 2018, un 1,6 por ciento más.

Y en cuanto a otros delitos contra el patrimonio medidos en el último balance, los robos con violencia o intimidación pasaron de 1.026 denunciados en 2017 a 973 en 2018, lo que da una reducción del 5,2 por ciento. Esto contrasta con el alza del dos por ciento detectada en el Balance de 2017.

En cuanto a los robos con fuerza (sin violencia sobre alguien) en viviendas y establecimientos, estos cayeron de 7.769 en 2017 a 7.401 en 2018. Esto supuso una caída 4,7 por ciento, menor de la registrada en 2017 respecto a 2016, un 6,2 por ciento. Si nos centramos sólo en los robos con fuerza en viviendas, en 2018 los casos denunciados fueron casi los mismos que en 2017, 5.501  frente 5.500.

Ya en lo relativo a hurtos (robos efectuado sin fuerza sobre las cosas y sin violencia), estos pasaron de 15.200 en 2017 a 14.451 en 2018, lo que supone una caída del 4,9 por ciento. Este descenso fue mayor del registrado entre 2016 y 2017, del 3,5 por ciento.

El único medidor fiable de criminalidad.

El Balance de Criminalidad del Ministerio de Interior compendia los datos de todo tipo de infracción penal registrada por la Policía Nacional, la Guardia Civil y cuerpos de Policía Local, así como las de las policías autonómicas en sus territorios de jurisdicción. Una reciente reforma legal lo ha convertido en la única estadística oficial fiable para medir la evolución global de la delincuencia. Se trata del cambio de la Ley de Enjuiciamiento Criminal operado en 2015, que obliga a las fuerzas policiales a poner en conocimiento de la Justicia los delitos que estuvieran investigando sólo en el momento en que tengan identificado un posible sospechoso. Esto provocó un efecto estadístico de reducción de delitos registrados en las estadísticas judiciales desde 2016, que lógicamente ya no recogen el total de denuncias instruidas por las Fuerzas de Seguridad.