El Colegio de Médicos de Toledo recurrirá ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha la sentencia emitida por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo en la que se exonera penalmente a Francisco Jesús, el autor de la agresión que sufrió el médico de Camarena, Juan Antonio Alcázar, de la que, en la actualidad, padece graves secuelas que le han provocado un grado de invalidez «muy acusado». La Audiencia Provincial acepta la tesis de la Fiscalía, que pedía la exención completa debido a que «actuó afectado por el consumo de alcohol y drogas, lo que le producía un estado agresivo» por lo que le impone una «medida de internamiento obligatorio» en centro de deshabituación de drogas y alcohol. Una medida de seguridad que, pese a ser por un máximo de quince años, podría dejarle en libertad una vez que mejore de sus adicciones.
El Colegio de Médicos, que al igual que el SESCAM, se personó como acusación popular en la demanda planteada por la familia del facultativo, «respeta» la decisión judicial, pero «lamenta que ante la gravedad de los hechos, el agresor quede exonerado penalmente». El Colegio de Médicos solicitaba 14 años de prisión por un delito de intento de asesinato en concurso con otro de atentado por tratarse de un facultativo. Este último no ha sido considerado por el Tribunal al concluir que el acusado «no fue consciente de estar agrediendo a un médico pese a que iba con el uniforme identificativo del Sescam».
Por ello, el Colegio de Médicos de Toledo va a solicitar en su recurso al alto tribunal de Castilla-La Mancha que no se aplique la causa de inimputabilidad por intoxicación por drogas y alcohol o que, en su caso, se le aplique una eximente incompleta, lo que permitiría compatibilizar la imposición de la medida de seguridad con una pena de prisión, aunque sea atenuada y que se aprecie el delito de atentado respecto al médico al estimar que en el momento de la agresión sí era plenamente consciente de lo que hacía. Francisco Jesús ha permanecido en prisión provisional desde la comisión de los hechos.
Tolerancia Cero ante las agresiones
La corporación médica toledana «apuesta firmemente por la tolerancia cero ante esta lacra social que afecta a los profesionales sanitarios, aumentada en los últimos tiempos de pandemia», y mantiene su compromiso de «seguir trabajando con las autoridades sanitarias y de la seguridad del Estado para garantizar el ejercicio de su labor asistencial con las máximas garantías». Asimismo, defiende la necesidad de denunciar todos y cada uno de los casos de violencia, tanto verbales como físicos, que se produzcan en el ámbito sanitario con el objetivo de contribuir a afianzar la «cultura del respeto hacia quienes cuidan de todos».
Como se recordará, en la madrugada del 14 de junio de 2018 el doctor Alcázar junto a su compañera enfermera, del Servicio de Urgencias de Atención Primaria del Centro de Salud de Camarena, acudía a una llamada de emergencias 112 para atender las heridas que un joven de 29 años había causado a su propio padre y, tras llamar a la puerta del domicilio fue recibido a golpes con una barra de hierro que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo e importantes secuelas que le impiden recuperar su profesión y el normal desarrollo de su vida.
Los hechos, los más graves de los ocurridos en la provincia, fueron duramente condenados no sólo por el COMT, el SESCAM y sus compañeros toledanos, sino por el conjunto de la clase médica regional y nacional a través del Consejo Autonómico de Colegio de Médicos de Castilla-La Mancha y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM).