A menos de 15 días de que Sonseca celebre sus fiestas patronales en honor de la Virgen de los Remedios el próximo 8 de septiembre, la localidad ha despertado hoy entre el redoble de tambores, toque de trompeta y estallido de cohetes. Como es tradición cada 28 de agosto, los sonsecanos tienen este particular despertar con motivo del día de San Agustín, obispo y patrón de la Compañía de Alabarderos.

En particular, dentro de una fiesta tan arraigada entre los vecinos, este año tiene el componente emocional de que tras la pandemia, vuelven las alabardas a la calle. Una fecha marcada en el calendario del municipio y que tiene un especial recuerdo para los que en otro tiempo vivieron la fiesta.

Los alabarderos, con reminiscencia de formación militar, serán los encargados de custodiar la talla de la Virgen durante las procesiones, y en la jornada de hoy, con sus lanzas adornadas con flores, recorren las calles de Sonseca junto con las reina y damas de las fiestas y el niño o niña de la bandera, realizando paradas en las plazas de costumbre para realizar el baile de la bandera. Un vistoso acto en el que el alférez, cargo que se ostenta en vigor durante dos años y responsable de la compañía, y su ayudante honran con esta secuencia de pasos organizada y marcada por la tradición.

El alférez es el encargado de realizar el baile de la bandera. - Foto: Mario Gómez

Esta guardia de honor, cuya datación exacta se desconoce, podría tener su origen en la localidad en el siglo XVIII, pues cada una de las alabardas recibe el nombre de los oficios de la época. De este modo, encontramos oficios como la labradora, la arriera, la panadera, la hortelana, la pastora o la laborante, todas con palo verde y lanza de forma variada. Además de ellas, el palo de la alabarda del alférez es un damero policromado, así como la del ayudante que cuenta en la parte superior con un claveteado. Las cuatro alabardas de la Virgen, que escoltan los cuatro ángulos de la carroza en la procesión, son rojas con un claveteado plateado. La formación se completa con un capitán, que porta el bastón y un mariscal de campo, encargado de portar el junco.

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Los cohetes, el olor a albahaca, el particular toque de las trompetas, el color de las alabardas y el flamear de la bandera son los rasgos característicos e identificativos de una fiesta que sirve de prólogo a la celebración patronal.