Una actuación casi perfecta contra uno de los equipos más en forma de la categoría le valió al Torrijos para llevarse el derbi ante el Illescas y situarse a tiro de victoria de los puestos de play-off. Los jugadores del cuadro sagreño, también en un momento dulce, apenas dispusieron de acciones claras para meterse en el partido.

Hace tiempo que el conjunto rojiblanco se comporta en la práctica a un nivel muy superior de lo que marca la clasificación. No conoce la derrota desde octubre, y en su valentía se nota un altísimo nivel de confianza. Lo demostró durante muchos minutos logrando ser protagonista frente a la revelación del curso.

En el primer acercamiento peligroso se dejó notar la pizarra de Esteban Becker: Angelito ejecutó suave para que Oliva le ganase la espalda a la defensa y, al primer toque, cediese para Prado. Solamente la imprecisión en el remate evitó que el marcador comenzase a romperse.

La batalla en la medular era frenética, con una intensidad altísima y un reducido nivel de concesiones, lo que afectó a la producción en las áreas. El visitante Cáceres aprovechó uno de los pocos errores en la salida del Torrijos, buscó a Horta al espacio y el punta fue derribado de forma clara por Iván. Los aficionados del Illescas pidieron roja por ser el último hombre, pero el colegiado interpretó que la acción la acompañaban dos defensas más. En la ejecución Facu puso a prueba a Machuca, pero el guardameta protagonizó una estirada propia de un póster de revista. Fue la primera de las dos ocasiones en las que ambos protagonistas recibieron los aplausos de la grada.

Justo cuando parecía el Illescas encontrar el camino, aunque fuera a larga distancia y desde el periscopio de Facu, el Torrijos consiguió romper el duelo a su favor: Ayoub se inventó una acción personal magistral por la banda izquierda y, tras el corte inicial de Siño, logró asistir para la entrada de Oliva. El lateral controló, orientó el lanzamiento y le pegó con todo para mandar el balón al palo largo, muy lejos del alcance de Pedraza.

Decidió el técnico Pablo Nozal que la primera solución para que el Illescas le cambiara la cara al choque pasaba por el debut de Mario Camacho, ex del Villacañas. Pero lo cierto es que, a pesar de intentarlo, el Torrijos se sacudió con cierta comodidad esa falsa sensación de dominio.

Y es que el rojiblanco responde a todos los indicativos de equipo que está de dulce dulce. Por ejemplo, la primera variante de Esteban Becker desde el banquillo prácticamente sentenció la tarde: Kofi llevaba solamente un minuto sobre el terreno de juego cuando recibió un pase de Angelito, se revolvió en la frontal del área y puso un balón perfecto a la escuadra para hacer el 2-0.

Le quedaba media hora por delante a un compromiso que recuperó la igualdad, mantuvo la intensidad y se desarrolló siempre bajo la sensación de control de un Torrijos que logró regalarle a su afición una victoria en el derbi. La respuesta de esta fue clara: "Sí se puede".