«Un aniversario de tristeza y rabia»

J.S.
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La Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo convocaba ayer de nuevo, tras dos años suspendidas por la pandemia, una nueva concentración en el mirador de la Cava, junto al puente de San Martín, a la que han acudido dos centenares de personas.

La Plataforma recuperó ayer las concentraciones tras dos años suspendidas por la pamdemia.

Este domingo de Corpus los toledanos rememoraron una triste efemérides. Hace ya cincuenta años que las autoridades prohibieron el baño en el Tajo debido a su contaminación. Medio siglo después del mayor atentado medioambiental que ha padecido la ciudad, pocas cosas han cambiado. O tal vez sí, porque cada vez más voces se alzan en favor de revertir la situación. Toledo, una ciudad milenaria surgida en torno a las vegas del Tajo no puede seguir viviendo de espaldas al río.

«La mala depuración de las aguas, procedentes en su mayoría a través del Jarama,   así   como   los   recurrentes   trasvases   al   Segura   que   dejan   bajo mínimos el caudal del río, consiguen que el Tajo entre en nuestra provincia prácticamente muerto», señala la Real Fundación en un comunicado hecho público ayer coincidiendo con   el aniversario de una situación que hay que revertir porque acabó con una gran parte de «nuestro patrimonio natural y cultural» y porque se llevó por delante «una pieza importante del motor económico  de la vida de la ciudad».

En este sentido, la Real Fundación defiende que es necesario pasar a la acción en defensa de un Tajo lleno de espumas. «Cada día se hace más patente la necesidad de tomar decisiones  valientes   por  parte  de   las   autoridades,  afrontar este   problema   y   exigir   soluciones,  o de lo contrario será demasiado tarde para el río Tajo y todas las especies animales y vegetales que a duras penas sobreviven en su ecosistema», concluyen desde la Real Fundación.

'Queremos un río; no una cloaca' fue uno de los mensajes que pudieron leerse en las pancartas.'Queremos un río; no una cloaca' fue uno de los mensajes que pudieron leerse en las pancartas.Los cincuenta años de la prohibición del baño en el Tajo a su paso por Toledo llega justo semanas después de que se conociera la propuesta del nuevo Plan de  Cuenca del Tajo, que tanto la Cátedra del Tajo -creada por la Universidad de Castilla-La Mancha y por la Fundación Soliss-, como la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo consideran poco ambicioso por varios motivos. Entre ellos, unos caudales ecológico insuficientes, las dudas sobre el aumento real de la depuración en Madrid y la falta de medidas contra el trasvase Tajo-Segura.

Ante esta situación, la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo convocaba ayer de nuevo, tras dos años suspendidas por la pandemia, una nueva concentración en el mirador de la Cava, junto al puente de San Martín a la que han acudido dos centenares de personas entre las que se encontraban los concejales Teo García (PSOE), Txema Fernández (Unidas-Podemos) y Julio Comendador (Ciudadanos), así como el director general de la Real Fundación Toledo, Eduardo Sánchez Butragueño, así como Enrique García, vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. También entre los presentes los exconcejales de Ganemos Javier Mateo, Helena Galán y y Diego Mejías o la exconcejala de Izquierda Unida, Carmen Jiménez.

«Es un aniversario triste, de cabreo, de rabia, de repulsa, de vergüenza», señalaba Alejandro Cano, presidente de la Plataforma en Defensa del Tajo, que insistía que la propuesta del Plan de Cuenca del Tajo deja mucho que desear, aunque todavía tiene que pasar por el Consejo Nacional del Agua. «Pero lo que hasta ahora conocemos dista mucho de ser halagüeño. No hay que celebrarlo como lo están haciendo los políticos, sobre todo los del PSOE, porque el nuevo Plan de Cuenca no tiene en cuenta la sentencia del Tribunal Supremo, sino que lo que hace es burlar las leyes y las normativas».

«Lo único que se pretende es ver por dónde salir del paso en vez de ser ambiciosos y cumplir lo que marca la Directiva Marco del Agua. Ya estamos acostumbrado a ello, pero no deja de ser grave. La primera vez puede ser falta de recursos o de motivación, pero es que ya llevamos tres y los tres son corta y pegas con ligeras variantes Es verdad que en este nos han hecho más guiños y ha habido otro talante pero lo que cuenta es lo que está escrito», concluye Alejandro Cano.