La Cátedra del Tajo pide cambiar las reglas de explotación

C. S. Jara
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Los investigadores de la Cátedra UCLM-Soliss aseguran que se debería paralizar el trasvase para que los caudales no bajen del mínimo legal, como ha estado ocurriendo con reiteración en Talavera en las dos últimas semanas

La Cátedra del Tajo pide cambiar las reglas de explotación - Foto: Manu Reino

La caída del nivel del río Tajo en Talavera por debajo del caudal mínimo legal no tiene justificación y solo se solucionaría aumentado el volumen circulante, es decir, desembalsando más agua en la cabecera. Es lo que aseguran los investigadores de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, formada por investigadores de dentro y fuera de la UCLM, que persiguen la recuperación del buen estado ecológico del río.

En un informe publicado ayer, la Cátedra alude a la situación que se ha repetido en las dos últimas semanas en Talavera, cuando se ha incumplido en numerosas ocasiones el caudal mínimo legal, fijado en diez metros cúbicos por segundo, unos incumplimientos reflejados en las mediciones del Sistema  Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Tajo, que han llevado a la alcaldesa de Talavera, Tita García Élez, a pedir explicaciones y a amenazar con la posibilidad de acudir a los tribunales para denunciarlo 

Los investigadores de la Cátedra del Tajo recuerdan que el caudal ha descendido visiblemente en el tramo medio del río, tanto en Toledo, como en Cebolla y en Talavera. Si en la capital «solo se observa una sucesión de agua estancada», el deterioro es aún mayor según avanza el cauce: «La situación es más grave aguas abajo, pasado el embalse de Castrejón, según se va acercando el río Tajo a Talavera de la Reina». Así, recuerdan que, como ha venido informando La Tribuna, el SAIH está registrando en Cebolla unas caídas de caudal «alarmantes», por debajo de los 3 m3/s: «Esto equivale, en un río con una anchura de cauce como el Tajo, a que apenas circule el agua». 

La razón de esta caída, que en Talavera deja el caudal por debajo de los 10 m3/s desde el día 12 de junio, hay que buscarla en el trasvase, que impide desembalsar agua suficiente desde los embalses de Entrepeñas y Buendía, en Guadalajara. «Los desembalses de la cabecera deben ir destinados a satisfacer todas las necesidades del Tajo, incluidos los regadíos, más abundantes en esta época del año», advierte el informe . 

«Aunque existe un límite mensual a la cantidad de agua que se puede soltar desde la cabecera al propio Tajo, fijado en el Memorándum, en las Reglas de Explotación del Trasvase Tajo-Segura, los gestores pueden superarlo por requerimientos ambientales con la debida justificación», explica la Cátedra del Tajo, según la cual la solución pasa por modificar las reglas de explotación del trasvase, para permitir que el río circule vivo en su tramo medio.

«El artículo 59 de la Ley de Aguas confiere a los caudales ecológicos prioridad por encima de todos los demás usos. Es decir, se deben respetar en cualquier circunstancia, salvo por cuestiones excepcionales de escasez de agua para abastecimiento humano», advierten al respecto, señalando que durante el verano la situación empeora también el incremento de las demandas agrícolas, que en teoría también deberían garantizar los caudales mínimos legales.   

En este sentido, avisan del agotamiento del río: «Los descensos de caudal a los que está siendo sometido el río en su tramo medio son incompatibles con el mantenimiento de la fauna y la vegetación fluvial. El río Tajo se está agotando lentamente y no es porque a su cuenca le falten aportaciones naturales». Para la Cátedra, carece de sentido que las Reglas de Explotación del trasvase Tajo-Segura «definen como excedentarias del Tajo las aguas que se derivan desde su cabecera al Segura», cuando, añade, «las demandas ambientales básicas del propio río Tajo en la zona de Talavera de la Reina, que son prioritarias a las del resto de usos».

Por estas razones, defienden un cambio en las normas: «Es necesario, como mínimo, modificar las Reglas de Explotación del trasvase Tajo-Segura en lo que se refiere a los desembalses máximos al Tajo» y añaden que el Tajo «es el único río de España que tiene limitada por Ley la cantidad de agua que puede circular por él».

Con estos argumentos, la Cátedra UCLM-Soliss sostiene que si es necesario debería paralizarse la derivación de agua al Segura, en tanto se restituye la normalidad del río en el tramo medio. «No existe ningún motivo justificado para que los caudales en el río Tajo bajen del mínimo legal establecido y cualquier trasvase debería ser paralizado de inmediato hasta que los desembalses al Tajo aseguren el cumplimiento de la legalidad», asegura el informe de este grupo especializado.

Como adelantó La Tribuna, durante las dos últimas semanal el caudal del río Tajo ha estado la mayoría de los días por debajo del volumen mínimo legal, según los datos recogidos en el SAIH. Estos datos oficiales han situado el volumen del caudal circulante entre 8 y 9 metros cúbicos por segundo, es decir, por debajo del exiguo mínimo legal establecido. 

En los dos últimos días la situación ha registrado una leve mejoría y solo en una ocasión el caudal ha bajado de los 10 m3/s, aunque se mantienen índices muy bajos, de 10,45 m3/s al mediodía de ayer, en la estación de medición de Talavera.