El alcalde de Los Navalucillos, José Ángel Pérez, recibió hoy un aviso del Parque Nacional de Cabañeros sobre el paraje de El Chorro. Alarmado, salió a las 12 de la mañana acompañado por trabajadores municipales para valorar los daños en los accesos a ese atractivo natural. «Es intransitable y peligroso. Dantesco», indicaba ayer a este diario por los cuantiosos destrozos ocasionados por las precipitaciones del martes. Ni los conductores ni los senderistas pueden acercarse con plena seguridad.

De esta manera, el Parque Nacional de Cabañeros, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha decidido la prohibición de la entrada al camino que conduce a El Chorro, la Chorrera Chica y al Rocigalgo, el pico más alto de la provincia, con una altitud de 1.448 metros.

Los vigilantes dieron el primer aviso de los destrozos ocasionados el martes por las precipitaciones, que alcanzaron los 85 litros por metro cuadrado en una población relativamente cercana como San Pablo de los Montes. «Hasta el lunes no vamos a poder meter la maquinaria», prevé el alcalde sobre las primeras labores de recomposición del acceso.

La pasarela pegada a El Chorro está perfecta, pero el resto del acceso ha quedado arrasado por el agua. Hace 15 años, en 2007, ocurrieron unos destrozos parecidos por las tormentas. En esta ocasión, la riada se ha llevado por delante también la cubierta de tierra y el cemento que protegía el tubo de captación del agua pública de Los Navalucillos, localizado cerca de El Chorro; afortunadamente, la infraestructura no ha sufrido daños y abastece al municipio.

la colaboración. El alcalde de Los Navalucillos calcula que los operarios precisaron al menos de una semana de trabajo con maquinaria pesada para empezar la recomposición del camino. Por titularidad, una vez parte corresponde al Ayuntamiento y otra al Parque Nacional de Cabañeros, pero Pérez asegura que habrá una colaboración entre las administraciones para reparar los daños.

La ruta prohibida discurre por la zona más montañosa del Parque Nacional y permite disfrutar de bellos paisajes, de bosques típicamente mediterráneos (sobre todo encinar en la parte de menor altura y rebollar en la parte más alta) y, al ser una zona bastante húmeda, de algunas especies más propias de lugares más septentrionales, como tejo, acebo, abedul, además de parajes tan espectaculares como las cascadas del Chorro y la Chorrera Chica. En el Rocigalgo, máxima altitud de los Montes de Toledo, se disfrutan de amplias panorámicas del Parque Nacional.

Los aficionados probablemente esperaban con ganas este fin de semana recorrer este itinerario para ver correr el agua, pero deberán aguardar porque la seguridad es primordial.