Esta calle es una ruina

Redacción
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En la Urbanización los Olivos de Illescas han perdido la cuenta de las continuas averías de agua que sufren en su calle, «más de 30 en año y medio», según denuncian. Todo comenzó con unas obras para la supuesta mejora de la vía, explican

Esta calle es una ruina

Los vecinos de la Urbanización los Olivos de Illescas han perdido la cuenta de las continuas averías de agua que sufren en su calle.  «Llevamos más de 30 en un año y medio, con lo que ello implica: levantar el pavimento, picar, cambiar las tuberías, dejar al descubierto el resto de conducciones...», explica uno de los vecinos afectados por las continuas fugas.  

Peor no se trata solo de la molestia de tener un agujero constante en la puerta de casa, es que «casi un día a la semana la calle se queda sin agua, con lo que esto supone, sobre todo para los que tienen niños pequeños, que son muchos en el barrio», añaden desde esta comunidad vecinal.  

Averías que para los residentes en la calle Olivos tienen un origen claro: las obras para la supuesta mejora de la vía que terminaron en la primavera de 2021. «Fue entonces cuando comenzaron las fugas, que se concentran todas en un mismo tramo». El problema estaría un poco más arriba, en la calle Río Alberche, «donde se ha metido una tubería de unas pulgadas más y, por tanto, el agua baja con más presión, rompiendo los codos de acceso a las casas, que es la parte más débil», según les explicó en su día un técnico municipal, el único que de momento se ha pasado por la zona.

Pero, como añaden los vecinos, «desde la concesionaria del servico nos dicen que las tuberías son viejas y que las tendrían que haber remplazado cuando se arregló la calle, ya que se las ha cargado con mucho más peso» tras la sustitución del asfalto por arena y adoquines de cemento. En definitiva, desde el Ayuntamiento «se han querido ahorrar dinero y ahora pasa lo que pasa».

Un agua que ha entrado además en las canalizaciones de otros suministros como el gas, la fibra o la electricidad.  «A principios de este verano, el agua se coló por las canalizaciones de la luz y llegó a la bomba de la piscina comunitaria, que se estropeó. La comunidad ya ha puesto una reclamación al Ayuntamiento, que no la ha echado para atrás, con lo que reconoce que es su culpa», según advierten los afectados. Y en la última avería, hace unas semanas, «el agua goteaba por la canaleta del gas».

Por no hablar de los daños estructurales que podrían estar sufriendo las viviendas, una treintena, a cuenta de estas continuas fugas de agua. «Ya de momento, el agua ha atravesado la parte baja de todas las casas de la urbanización para llegar a la bomba de la piscina, pero es que hay vecinos que han hecho obra estos meses y que han visto como al levantar los suelos, había humedad», alertan desde la comunidad. Y también ha habido problemas en las tuberías de algún baño, «que está por ver de dónde vienen, cuando tienes una avería constante a la puerta de casa».

Una de las vecinas invita comprobar el olor a humedad en su vivienda. «Este olor es constante desde que comenzaron la fugas, y somos muchos los que tenemos niños en casa, que están soportando este hedor y a los que muchos días no les podemos ni lavar la cara para ir al colegio porque nos han cortado el agua», denuncia.

La respuesta municipal es el silencio. «El ayuntamiento nos está dando largas», «tuvimos una reunión con el equipo de gobierno el 20 de septiembre y el concejal nos aseguró entonces que las obras empezarían en una semana a mucho tardar. A fecha de hoy, seguimos sin noticias».

Obras que, según les explicaron desde el propio ayuntamiento, serían «una solución rápida» para este problema y que ya estarían presupuestadas, con unos 52.000 euros. Sin embargo, en los últimos intentos de comunicación con la concejalía de Obras la respuesta ha sido que todo está parado «por las lluvias», algo inaceptable para los vecinos, «cuando hemos tenido dos meses y medio de sequía», señalan visiblemente enfadados.