Pedro Tomé ha decidido cambiar de aires. El toledano ha dejado su club de muchos años, el Tritoledo, para embarcarse en un nuevo proyecto en el Bull Project Triatlón. Se trata de una entidad joven, de reciente creación, y con la que el triatleta ya compartía mucho desde hace tiempo, así que ahora ha optado por dar un paso más para defender sus colores y preparar con esta equipación sus próximas competiciones.

El Bull Project Triatlón lo dirige Paquillo Fernández-Cortés, extremeño afincado en Toledo desde hace años. Tomé lo conoce por compartir entrenamientos desde 2014, así que está convencido de que harán «un buen equipo», porque «hay muy buenas personas y muy buenos deportistas», y ya había compartido trabajo sin estar en sus filas.

Con ellos preparará en conjunto el gran reto del próximo 2022, que es el Ironman de Lanzarote. Se trata de una prueba que el capitalino conoce al dedillo y a la que regresa para intentar realizar un buen papel en su grupo de edad. Con los nuevos compañeros del Bull Projec Triatlón, insiste en que se va a encontrar «muy a gusto». Explica que en el Tritoledo ya no tenía la motivación que busca ahora y, por tanto, «era el momento de cambiar de aires».

Aquí va a contar con un grupo de entrenamiento «homogéneo», y también esos nuevos retos necesarios para que un deportista siga adelante. Para el año que viene, Pedro Tomé también tiene en mente, si el calendario se lo permite, participar en los Campeonato de España de Larga y Media Distancia. Hay que recordar que la preparación la compatibilizará con el trabajo en su estudio de entrenamiento personal.

En cualquier caso, a largo plazo, la meta que quiere alcanzar de nuevo el triatleta toledano es el Campeonato del Mundo Ironman de Hawái, en el que ya participó en 2014.

Sería para 2024, diez años después, otro motivo más que añadir a la lista, como el cambio de grupo de edad para ese año o ser el regalo de la mayoría de edad de su hija. Son razones suficientes para enfundarse el maillot del Bull Project Triatlón y recargar las pilas.