Asociacionismo a mediados del siglo XX en Toledo (y III)

José García Cano*
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En la ciudad de Consuegra durante el primer trimestre del 1965 se comenzaron los trámites para crear una peña taurina denominada Peña Punzón La Salle, en honor al torero natural de la localidad Vicente Punzón Verbo (El Venezolazo)

Reglamento de la Asociación Vitolfílica Española (1949).

En esta tercera entrega sobre el movimiento asociativo de nuestra provincia a mediados del pasado siglo XX, encontramos en Añover de Tajo el Casino La Unión, un círculo de recreo constituido en el mes de julio del año 1907. Por otro lado, existía la Caja Rural Agrícola, enmarcada dentro de la C.N.S. o Confederación Nacional de Sindicatos y sus fines eran principalmente el conceder préstamos en metálico a sus asociados y realizar socorros a los mismos. Llegamos ahora a Aldeanueva de Barbarroya donde contestaron a la autoridad que solo existía un sindicato y la sección de Juventud Católica. En la bella localidad de Tembleque se informó desde el ayuntamiento que no había asociaciones de ningún tipo ya que durante el «movimiento marxista fueron disueltas las que existían» y a fecha de mayo de 1942 no se había restituido ninguna.

En la ciudad de Consuegra durante el primer trimestre del 1965 se comenzaron los trámites para crear una peña taurina denominada Peña Punzón La Salle, en honor al torero natural de la localidad Vicente Punzón Verbo (El Venezolazo), quien tomaría la alternativa precisamente en 1 de mayo de aquel año. Punzón había nacido en Consuegra en 1937 y la idea era que la peña también tuviera una sección infantil y por ello, desde la Asociación de Antiguos Alumnos Lasalianos (aún hoy existente) se dirigió escrito al Gobierno Civil solicitando la preceptiva autorización. La idea era que la peña la formaran únicamente miembros de la asociación de antiguos alumnos del colegio de La Salle, -actualmente colegio público Santo Cristo- y de hecho se decidió que el domicilio social fuera el propio colegio lasaliano de San Gumersindo. Es importante señalar que la persona que remitió toda la documentación como secretario de la asociación y que además pertenecía a otros tantos grupos culturales y juveniles de la época fue don José Lara Gómez-Miguel, activo consaburense que durante décadas ayudó, promocionó y fomentó el asociacionismo y la cultura de la localidad, además de autor de varios libros sobre historia local.

Nos vamos a detener ahora en una asociación muy interesante de la localidad toledana de Montearagón, donde sus vecinos decidieron crear en el mes de julio de 1962 una particular sociedad recreativa-cultural llamada Televiña, asociación que tenía como uno de sus objetivos el «adquirir un televisor» para los 54 socios inscritos, la cual no pretendía tener matices políticos, señalándose además, que dos de sus socios eran «excombatientes y mutilados de guerra». La idea de los vecinos de Montearagón que querían crear esta asociación era proporcionar a las personas que no tenían suficientes recursos para adquirir un televisor, la posibilidad de ver «los programas de Televisión Española». El domicilio social se ubicaría en la calle Gran Canaria, concretamente en la casa de don Leoncio Jiménez. Podían ser socios del tele-club cualquiera de los vecinos del pueblo siempre que abonaran la cuota correspondiente de diez pesetas mensuales y a los cuales se les expediría un carnet de socio para poder entrar al local y presenciar así las emisiones. Por lo que respecta a los niños, desde los 10 años pagarían igual que los adultos y como era lógico, cuando hubiera retransmisiones de programas 'no aptos', los niños no podrían acceder al local. Recordemos que en aquellos años 60 y 70 comenzaron a proliferar también los llamados cineclubs que en torno a la gran pantalla reunían a una buena parte de los aficionados al séptimo arte, para no solo disfrutar de un buen largometraje, si no posteriormente comentar la película, analizarla, etc.

Reglamento Acción Católica de 1945.
Reglamento Acción Católica de 1945.
Y para terminar estas líneas dedicadas a las asociaciones toledanas de hace unas décadas, recuperamos algunas de las existentes en Toledo capital en la década de los años cuarenta del siglo XX: el Hogar Extremeño, Centro de Artistas e Industriales, Sociedad Arte, Estilo, Liga de No Fumadores, Peña Taurina Serranito, Asociación Vitalfílica, Asociación de Sordo-Mudos, Hermandad de San Fernando de la Academia de Cultural del Frente de Juventudes, Sociedad de Cazadores, Peña Zamora, Centro de Estudios Hispánicos, Casa Charra, Peña Bahamontes, Centro Apostolado Recreativo, Peña Taurina Gregorio Sánchez, Asociación Cultural Cívico-Religiosa de Empleados y Funcionarios, La Toledana, Club Ciclista el Tajo, Antiguos Alumnos Colegio Sadel, Club Banco Central, Peña Ciclista San Martín, Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio, Club Estela, Peña Atlético Rebeca, Sociedad Piscícola Cañistas del Tajo, Centro de Iniciativa y Turismo y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos de los Hermanos Maristas. Sería el 19 de abril de 1965 cuando desde Toledo se iniciaron las gestiones para crear una peña taurina dedicada al famoso torero El Cordobés. Las primeras reuniones preparatorias de esta peña se realizaron en la calle Recoletos, siendo Francisco Martínez uno de los toledanos encargados de los trámites de su constitución. Rápidamente los futuros socios se dieron cuenta de que necesitaban la autorización expresa del diestro y por tanto el primer trámite era hablar con él y solicitarle el permiso oportuno. Este rápido repaso por tantas y tantas asociaciones y otras muchas que en otra ocasión recordaremos, no es más un reflejo de la larga tradición asociativa de esta tierra que desde multitud de agrupaciones de diferentes calados, ha sido capaz de mantener ese espíritu asociativo en su sociedad que aún hoy afortunadamente perdura.

*José García Cano es académico correspondiente en Consuegra de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.