La limpieza de la pintada está pendiente de autorización

M.G
-

El Ayuntamiento espera que el Ministerio de Cultura se pronuncie pronto. La portavoz municipal apunta que las tareas de limpieza serán complicadas porque se ha usado pintura acrílica en la pintada del tajamar del Puente de Alcántara

La limpieza de la pintada está pendiente de autorización - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Esta semana hay pocas novedades relacionadas con la pintada vandálica que apareció hace unos días en el tajamar del Puente de Alcántara. El Ayuntamiento ha abierto el correspondiente expediente y ha comunicado este atropello patrimonial al Ministerio de Cultura y a la Delegación del Gobierno en la región, las administraciones competentes, para que autoricen lo antes posible  la limpieza de esta pintada, que realizará el Ayuntamiento en cuanto reciba el respaldo.

Las tareas de limpieza no son fáciles, según dio a entender ayer la portavoz del Ayuntamiento, Noelia de la Cruz, ya que «no se trata de una pintada al uso y es más complicado desde el punto de vista técnico» porque se trata de pintura acrílica. Además, hay que añadir que esta tarea exige un control arqueológico, puesto que el acto vandálico se ha cebado con el tajamar del Puente de Alcántara, Bien de Interés Cultural (BIC) y fue declarado monumento por la Real Orden de 1921.

En un primer momento, los técnico del servicio de arqueología se desplazaron a la zona, junto a los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, y remitieron un informe sobre la afectación de la pintada en el muro y las dificultades que ofrece el hecho de que sea acrílica a la hora de limpiar y restaurar el muro.

De momento, no se sabe cuándo se podrá iniciar la limpieza de la pintada porque depende de las administraciones competentes, aunque se espera que pronto. Si bien, el Ayuntamiento sigue muy pendiente de este tema y la Policía Local continúa investigando para dar con el responsable de este acto vandálico. Este tipo de iniciativas se asoman de vez en cuando en distintas fachadas y otros elementos, algo de lo que tampoco se pudieron librar los jardines del Prado, en  Talavera de la Reina hace tres años, ni Torrijos, con la aparición de pintadas en la Colegiata.