El CD Villacañas empató sin goles ante el CD Quintanar del Rey y rascó un punto que sabe a poco. El conjunto quintanareño se quedó con diez jugadores a la media hora del partido tras la expulsión de Pablo de Dios, superioridad que no pudo aprovechar el Villacañas y que casi acaba pagando. Ángel evitó un tanto local en el tiempo añadido que hubiera sido un duro golpe tras un inicio muy prometedor, pero en el que faltó valentía y clarividencia en la zona de ataque.
A pesar de salir con un esquema defensivo, los de Pedro Velasco contaron con el dominio del balón en el inicio del encuentro. Colastra y Antonio protagonizaron todo el ataque ofensivo por su banda derecha causando varios problemas al conjunto local. El propio Antonio no aprovechó un error en la salida del balón de la zaga quintanareña para adelantarse en el marcador. A la media hora del partido, el Quintanar del Rey se quedaría con diez tras la expulsión de Pablo de Dios, por doble tarjeta amarilla en apenas diez minutos. A pesar de ello, el cuadro conquense mejoró su rendimiento y pudo mantener el empate a cero en una primera mitad repleta de errores e imprecisiones en ambos conjuntos.
El Quintanar no mostró síntomas de inferioridad numérica en el inicio de la segunda mitad, acercándose con peligro, pero sin encontrar portería. No obstante, las ocasiones más claras fueron creadas por los visitantes, sobre todo por parte de Antonio y un par de tiros lejanos que no sorprendieron a César. Megías y Josua pudieron adelantar a la escuadra verdiblanca, pero no encontraron portería en dos ocasiones claras dentro del área. El conjunto villacañero esperó el error rival y el desgaste físico para acercarse al área contraria por medio de Colastra, pero el cuadro local se mostró sólido defensivamente.
Con el paso de los minutos y San Marcos optimista, el Quintanar creció generando peligro a pesar de no contar con sus principales bazas ofensivas en el terreno de juego. Ángel repelió cualquier jugada a balón parado sin problemas y salvó el punto en el descuento tras sacar una mano decisiva al disparo cercano de Miguel.