Me van a permitir que esta semana olvide mis críticas al mundo político-social y declare la paz a todo el género humano, al menos por unos días. Y abusando de su amabilidad, me voy a tomar la libertad de hablarles hoy en verso. Sé que la osadía es mayúscula, pero también lo es su benevolencia y dadas las fechas que vivimos voy a completar mi felicitación con un villancico que me he atrevido a componer y al que el maestro Zapata ha tenido a bien poner música. Por si fuera poco, lo han incluido en el repertorio de los que cantará el coro de mi pueblo, Los Cerralbos, en su iglesia. Saben que para mí, como cerralbeño, no hay mayor honor y por tanto se lo ofrezco también a ustedes con mi felicitación y mejores deseos de felicidad en estos días. La letra es la siguiente: 

NOCHE DE PLATA

La noche de Nochebuena
es una noche de plata
porque una estrella de Oriente
nos llevó hasta donde estaba
un niño muy chiquitín 
que había nacido entre pajas,
un niño muy chiquitín
al que su madre acunaba
envuelto en pobres pañales
entre la mula y la vaca.

La noche de Nochebuena
es una noche de plata
porque una estrella de Oriente
nos llevó hasta donde estaba
un niño muy chiquitín
al que reyes adoraban
y le cantaban pastores
despiertos en sus majadas.
el niño les sonreía 
con sonrisa de esperanza.

La noche de Nochebuena
es una noche muy clara
porque desde su pesebre
el niño ejemplo nos daba
de humildad y de amor
en una noche de plata.

Y hoy que es  Nochebuena
la estrellita está posada
a la puerta de la iglesia
de Los Cerralbos, y aguarda
que acudamos al belén
envuelto de amor y plata
y le cantemos al niño
con la zambomba y el alma.