'Chorlito' otro éxito del Conde de Mayalde

La Tribuna
-

El toro de la ganadería toledana lidiado en la plaza de Valdepeñas, fue indultado por el peruano Joaquín Galdós. Gómez del Pilar fue el triunfador del festejo en toreo y trofeos con tres orejas, mientras que Eugenio de Mora solo obtuvo un apéndice

Chorlito, nuevo toro indultado del Conde de Mayalde.

Siempre son noticias los triunfos de los toreros en sus actuaciones, y más este año con la escasez de festejos que está habiendo. En uno de los últimos, el celebrado en Valdepeñas, los toreros se repartieron seis orejas, tres para Gómez del Pilar, dos simbólicas para el peruano Joaquín Galdós y un apéndice para el torero moracho Eugenio de Mora.

Pero el protagonista a la postre fue ‘Chorlito’, toro de la ganadería toledana del Conde de Mayalde que salió de la plaza con vida, con la vida eterna ganada en la plaza, para volver como el rey de la dehesa a El Castañar. La corrida embarcada por Rafael Finat para la plaza ciudadrealeña, era la primera y quizás la única que lidiará esta temporada. Ocho toros partieron a la plaza manchega, de variada capa, buena presentación y trapío para cosos de mayor envergadura.

Gran apuesta la del empresario Juan de Padua, de Cedillo del Condado en apostar para este festejo por el paisanaje, los toros y dos de los espadas del cartel de procedencia toledana. El llevar los astados del Conde Mayalde, ya a priori le auguraba que, sobre el papel, la materia prima fuera de primera calidad, y así fue.

El indulto fue el premio para ‘Chorlito’, pero el juego dado por otros de sus hermanos fue más que destacado, como es el caso de ‘Jibelino’ corrido en segundo lugar y premiado con la vuelta al ruedo tras un huego tan extraordinario como la del toro premiado con la vida. La corrida en líneas generales tuvo movilidad, nobleza y duración, siendo propicios para el triunfo.

Cuando saltó ‘Chorlito’ al ruedo ya habíamos sido testigos de varios episodios exitosos, pero este burel toledano le puso la guinda a una corrida que será recordada por aquellos que la vieron en la plaza o a través de la televisión. El toro no definió su condición hasta que el banderillero Ángel Gómez Escorial en su brega, le mostró en varias ocasiones la capa, y de manera sublime lo lanceó con suavidad, desplazándose el animal con codicia por ambos pitones. Galdós tuvo delante un toro que se arrancaba de lejos con viveza y franqueza a la muleta que le mostró de inicio con la diestra. Al arrastrar la muleta por el suelo ‘Chorlito’ empezó a arrastrar el hocico por el albero y seguir las telas rojas con profundidad.

El toro era una máquina de embestir, y se ganó el perdón por mérito propio, pues su fijeza, nobleza y temple a la hora de seguir los engaños, le iba mostrando al peruano que quería más y más. El público se dio cuenta de la calidad del animal, de imponente cuajo y presencia, que podía haberse lidiado en un coso de primera categoría, pero el destino y el año peculiar lo llevó a Valdepeñas. Pese a no permitirse reglamentariamente el indulto en cosos que no sean de primera o segunda, ‘Chorlito’ salió vivo de la plaza, tras asomar por el palco el cuidado y doblado pañuelo naranja que indicaba su destino glorioso.

El ganadero Rafael Finat, dio el visto bueno a este indulto, el cuarto en la historia de la ganadería. Un toro hijo de un semental muy importante de la casa como es ‘Hortelano’ y de la vaca ‘Chorlita’, herrado a fuego con el número 8, nacido en septiembre de 2015 y de capa castaño. Tras la vuelta del toro a los corrales, el torero invitó al mayoral de la ganadería Juan Martín a dar la aclamada vuelta al ruedo, entre vítores y aplausos de los tendidos.

El resultado del festejo fue de una oreja para Eugenio de Mora en el cuarto de la tarde, premio simbólico para Galdós tras el indulto de dos orejas, y tres apéndices para Gómez del Pilar que fue el triunfador e hizo el toreo más destacado de la tarde. En las dos faenas del espada de Cedillo del Condado, se le vieron las ganas, la disposición, la entrega y el gran concepto que está cultivando como torero. Esta temporada atípica, con la escasez de festejos, es el matador de la provincia que más ha toreado siendo este su cuarto paseíllo y habiendo cortado 10 orejas en sus comparecencias.