Los tres colegios públicos que perdieron la cubierta de su pista polideportiva tras las nevadas de Filomena siguen esperando una solución tras cumplirse un año y finalmente parece que la problemática tiene los días contados a pesar de la cantidad de vueltas que  ha dado este asunto desde entonces en el Ayuntamiento de Toledo.

De momento, los centros escolares 'Ángel del Alcázar, 'Gómez Manrique' y 'Gregorio Marañón',tendrán que esperar todavía algunos meses para que estas infraestructuras se levanten de nuevo, pero el concejal de Deportes, Pablo García, asegura que desde el Ayuntamiento «la intención» es que estos tres colegios vuelvan a disfrutar de una pista cubierta y está previsto llevar las actuaciones a cabo una vez que lleguen las ayudas de Filomena.

Aún es pronto para avanzar fechas o detalles de las futuras actuaciones, pero el Ayuntamiento finalmente se hará cargo de esta obra en su totalidad siempre «que el Ministerio termine otorgando a Toledo las ayudas por Filomena que se solicitaron tras el temporal». En aquella petición se incluyeron las tres cubiertas que terminaron colapsando por la nieve en la lista de daños y desperfectos de la ciudad.

El colegio Ángel del Alcázar un año después de la nevada - Foto: Yolanda LanchaEl tema lleva un año coleando   con estudios e informes técnicos para determinar la responsabilidad del derrumbe de unas cubiertas que disponían de tres años de garantía, 24 meses más que se añadieron a propuesta de las empresas adjudicatarias a los 12 meses que marcó el Ayuntamiento en los pliegos de condiciones de la licitación de estas infraestructuras. Si bien, a pesar de las conversaciones, intentos de negociación y la búsqueda de soluciones por parte de la administración municipal, las empresas y el Consorcio de Compensación de Seguros se han desentendido y la única salida, según comenta el concejal, es que el Ayuntamiento levante las cubiertas de nuevo cuando sea posible.

El equipo de Gobierno municipal ha peleado hasta el último momento para no cargarse con la totalidad de los costes, ya que cada una supone un gasto de 130.000 euros de media, pero finalmente tanto las empresas como los seguros se desentienden y «se lavan las manos» porque cayó mucha más nieve de lo que en principio podían soportar las cubiertas sin que se deteriorasen. «Estaban previstas para cargar con 15 centímetros de nieve y cayó el doble», subraya el concejal tras conversaciones con los técnicos municipales en los últimos meses.