'Puntito' ante un rival directo

Área 11
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El cuadro de Fran Alcoy no fue capaz de romper el resultado inicial en su visita al Recreativo Granada, que tuvo al final del partido la ocasión más clara (0-0)

'Puntito' ante un rival directo

El CF Talavera logró un valioso punto fuera de casa y ante un rival directo. Un empate que puede saber a poco dadas las necesidades del conjunto talaverano, pero que se antoja más que justo visto lo visto sobre el terreno de juego. Y es que pese a que los dos equipos ofrecieron una buena imagen, las buenas sensaciones se quedaron en nada ya que el encuentro tuvo mucha intensidad pero estuvo carente de ocasiones relevantes, con dos conjuntos con mucho miedo a perder, lo que dilapidó un mayor espectáculo.

Tan solo la ocasión final de Migue García en las postrimerías pudo haber decantado la balanza a favor de un Recreativo que debió haber corrido más riesgos para vencer el partido con el que además pierden el average particular. Los talaveranos por su parte no tomaron muchos riesgos y ante la posibilidad de caer ante un rival directo se conformaron con el empate para tratar de seguir escapando de la quema y no ceder ante un equipo que podía recortarle puntos y complicarle aún más las cosas.  

Comenzó a rodar el esférico en la Ciudad Deportiva rojiblanca con dos equipos que tenían claro que no había que correr riesgos innecesarios en los primeros momentos del envite. El Talavera apostaba por hacerse fuerte en el centro del campo y vigilar bien su retaguardia, luchando por el balón en la parcela ancha, pero olviándose de mirar hacía la portería contraria. Mientras, el filial nazarí, a pesar de todo, buscó verticalidad y desborde, lo que terminó provocando las tempraneras amonestaciones de jugadores como Álvaro y Cristian en el intento por detener cualquier conato de incendio que lastrara el devenir del choque. Lo intentaban mas los locales y Nuha, con su omnipresencia en el área rival, envió fuera la primera llegada a los dominios de Barbero.

'Puntito' ante un rival directo'Puntito' ante un rival directo - Foto: Granada CFEl partido estaba espeso, sin que ningún conjunto se liara la manta a la cabeza y decidiera poner en apuros a su adversario. Temerosos de encajar un gol ante todo lo que restaba todavía. Y así las cosas el centrocampismo prevaleció durante muchos minutos y los arqueros tan solo tenían trabajo blocando algún balón que merodeaba su área por alto o en tímidos disparos lejanos.

El transcurso de los minutos asentó con cada vez más comodidad a un Talavera que no sufría y que mantenía a raya a su oponente. Esto supuso que los instantes finales de la primera mitad fueran de completo dominio del conjunto blanquiazul, que se hizo con las ocasiones. En primera instancia Álvaro, con un centro envenenado, obligó a Unai a realizar una soberbia parada para evitar el primer tanto visitante y segundos más tarde sería Oca el que probaría con una chilena que no ganó puerta por poco. Para mal de males David Tenorio tuvo que dar relevo a un maltrecho Pepe, que dejó su sitio a Garrido por unas molestias que le impidieron finalizar el primer acto.

La igualdad prevaleció tras el paso por vestuarios. Los dos conjuntos aún guardaban sus cartas y ante cualquier intento de desborde y de ganar metros por parte del rival se imponía el juego duro y físico con el que evitar males mayores. La consigna parecía clara y la misma en ambos bandos: No sé podía encajar gol y había que hilar muy fino para aprovechar las que se tuviera. Una misión que hasta el momento se antojaba ardua y complicada para unos equipos que aún no habían generado ninguna acción de flagrante peligro.

El respeto y el miedo a perder quedaban demostrados en cada acción y ambas escuadras se limitaban a cometer el menor número de errores posibles. Los pupilos de Fran Alcoy gastaban fuerzas en intentar que la necesidad del Recreativo se convirtiera en un polvorín en el tramo final del encuentro y apenas cedieron nada. Mientras tanto David Tenorio fue metiendo a toda su artillería para tratar de cazar alguna de las escasas llegadas con las que contaban los locales. Y fue en la recta final cuando los granadinos pudieron haberse llevado el triunfo. En un balón dividido, Caio habilitó a Migue García con un pase en profundidad al costado zurdo que se convirtió en un mano a mano que solventaría con total astucia Barbero el cual se lució con una gran intervención que evitó la derrota.