Ecologistas en Acción estudia recurrir el Plan Hidrológico

EFE
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Los ecologistas insisten en que el Tajo debe tener caudales ecológicos mínimos que recoge la ley. El Gobierno retrasa la aprobación de Plan Hidrológico para 2023 tras un año muy seco.

Ecologistas en Acción puede denunciar el Plan Hidrológico - Foto: Yolanda Lancha

El Gobierno retrasa a 2023 la aprobación del Plan Hidrológico Nacional con el compromiso de hacerlo al inicio del nuevo ejercicio, tras un año muy seco en el que, pese a las intensas lluvias de las últimas semanas, persiste todavía una situación de gran estrés hídrico en cuencas de grandes ríos del país, especialmente en Andalucía.

De acuerdo a la agenda del Gobierno, el objetivo es que el nuevo plan nacional destinado a regular los recursos hidrológicos del país con el horizonte de 2027 que estaba previsto que se aprobara en 2022 obtenga finalmente luz verde "a principios" del nuevo año tras su paso por el Consejo de Estado, han indicado a Efe fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).

A finales de noviembre el Consejo Nacional del Agua sometió a informe los planes hidrológicos del tercer ciclo -marcados por un nuevo escenario de cambio climático- durante una tensa reunión en la sede del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) en la que las comunidades autónomas escenificaron una vez más el sempiterno conflicto territorial por el agua.

La comunidad de Castilla-La Mancha y la región del Levante español llevan décadas enfrentadas a cuenta del trasvase del Tajo y las cantidades de agua que habrían de derivarse a otras cuencas para abastecer necesidades sin poner en riesgo la salud ambiental del río y su supervivencia. El coordinador del área del Agua de Ecologistas en Acción, Santiago Martín, ha indicado a Efe que su organización "recurrirá ante los tribunales" el real decreto del nuevo plan hidrológico nacional si finalmente se aprueba en los términos recogidos en el último texto. A su juicio, tal como está redactada la norma se atenta contra la ley de Aguas en lo relativo a "los caudales ecológicos" mínimos que habrían de mantenerse en el Tajo para garantizar la perdurabilidad de los ecosistemas que le son propios, porque se dilata en el tiempo el compromiso y se supedita a la evolución del estado ecológico del mismo. En el proyecto de real decreto enviado al Consejo de Estado tras la reunión del Consejo Nacional del Agua se recoge, según Martín que, si con las medidas aplicadas, en referencia al plan hidrológico, se cumplen los objetivos ambientales fijados para los caudales ecológicos "no será necesario aplicar los escalones previstos a partir del 1 de enero de 2026 para los caudales mínimos en vigor desde la aprobación del plan".

A su juicio, esa redacción no procede porque los caudales ecológicos, para mantener la supervivencia del río, habrían de garantizarse por ley desde la entrada en vigor de la normativa y no de forma progresiva a lo largo del tiempo ni condicionados a "nada ni a nadie". Según Santiago Martín, los volúmenes de esos caudales ecológicos "tendrán que ser lo que tengan que ser" desde el momento cero, sin dilaciones, y ha reprochado que estos puedan vincularse a ciertas situaciones para justificar que se garanticen o no legalmente.

Solo faltaría que las depuradoras, por el hecho de mantener las aguas saludables, sirvieran para reducir los caudales ecológicos bajo el argumento de que el recurso, gracias a ellas, se encuentra en buenas condiciones, ha reprobado el experto.

En España, según el Miteco, las alteraciones del régimen hídrico previstas a medio y largo plazo de acuerdo a las previsiones se traducirán en una importante reducción de recursos hídricos y un incremento de la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como sequías e inundaciones. Según los últimos datos del Miteco sobre cantidades de agua embalsada, los niveles en algunas de las cuencas de grandes ríos se sitúan en estas fechas en umbrales excepcionalmente muy por debajo del promedio.

Así, la cuenca del Guadalquivir, de las más castigadas y en una situación extrema, según el experto, se encuentra al 24 % de su capacidad total, con 1.931 hectómetros cúbicos de agua, y un descenso del 55 por ciento respecto a la media de la década en estas mismas fechas, que se sitúa en 4.293 hm3.

Pero no sólo el sur del país se está viendo afectado por el déficit hídrico; de acuerdo a los datos, en las cuencas internas de Cataluña, en el 31,8 % de su capacidad, el descenso de sus niveles respecto al promedio de la década supera también el 50 por ciento, con un total actualmente de 215 hectómetros cúbicos, frente a 483 hm3 de media en el decenio.

En el caso del Duero, al 44,8 %, o el Ebro, al 47 por ciento, sus niveles de agua embalsada se mantienen por debajo del promedio; el primero contiene actualmente 3.363 hectómetros cúbicos, frente a los 4.114 de la década, y el segundo, 3.743 hm3, frente a los 4.991 del decenio.

Aunque la situación hídrica se va normalizando en buena parte del país y el agua embalsada va aumentando a buen ritmo en las últimas semanas tras un verano excesivamente seco y caluroso, las reservas totales están todavía lejos de la media del decenio.

En la última semana aumentó casi un 3 por ciento el agua embalsada respecto a la capacidad total, lo que sitúa en estos momentos las reservas en su conjunto en 25.193 hectómetros cúbicos (44,9 % de la capacidad total), lejos todavía de los 30.125 hm3 de promedio de los últimos diez años.