Miguel Ángel Dionisio

El torreón de San Martín

Miguel Ángel Dionisio


San Pedro de la Mata

20/07/2022

La semana pasada les hablaba de la ejemplar recuperación de la catedral de Tarazona, todo un modelo de buen hacer en la conservación del patrimonio. Hoy les quiero hablar de otro buen ejemplo, más cercano y que, si bien no es tan espectacular como la seo turiasonense, resulta ser una de las iglesias de mayor antigüedad de España, probablemente la más antigua conservada de la época visigoda. Me refiero a San Pedro de la Mata, un templo del siglo VII que se encuentra en el término municipal de Sonseca, a poco más de veinte minutos de la capital regional.
Gracias a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento sonsecano, y de la mano del director de la excavación, Jorge Morín, he tenido el privilegio de conocer el magnífico trabajo que, alentado por el propio Ayuntamiento, está restableciendo en su dignidad el edificio, a la vez que ampliando, con nuevos descubrimientos, el conocimiento del mismo. Pude ser testigo del hallazgo inesperado de un muro, anuncio de las sorpresas que aún puede depararnos el lugar.
Adentrarse en ella supone un viaje en el tiempo hasta el esplendor del reino visigodo de Toledo. Llama poderosamente la atención el gran arco de herradura todavía en pie y la complejidad estructural del edificio. Se trata de una iglesia cruciforme, a la que estaba adosado un monasterio, que podría albergar unas veinte personas. Construida con muros de granito unidos a hueso, tiene un ábside rectangular con tres cámaras; en la central, correspondiente al presbiterio, se puede observar el hueco en el que se encontraba el tenante del altar, es decir, la pieza que sostenía la losa sobre la que se celebraba la Eucaristía y que le daba forma de tau, como se puede ver en algunos códices mozárabes. Asimismo encontramos las ranuras en las que se insertaban los canceles que separaban el lugar del celebrante de los asistentes. A los pies, como ocurre en otras iglesias visigodas, se encuentra otro ábside con función funeraria, que nos habla de un patrocinio por parte de algún personaje importante. La iglesia responde a las disposiciones litúrgicas propias del rito hispano o mozárabe, tal y como quedaron establecidas en el Concilio IV de Toledo, que disponía una división espacial tripartita, una para el clero oficiante, otra para el clero participante en la celebración y otra para los fieles.
Otro de los elementos más interesantes es la existencia de un verraco vetón incrustado en el muro, que nos remite posiblemente a un santuario precristiano, como denota una pila excavada en el granito, delante del lugar donde originalmente se hallaba dicha escultura, destinada a recibir las ofrendas. Más tarde, como era usual, el espacio se cristianizó.
San Pedro de la Mata es uno de los elementos patrimoniales más importantes de la provincia de Toledo, un lugar que cualquier amante del arte o de la historia debería conocer. Porque conocer es amar. Y conservar.

ARCHIVADO EN: Toledo, Sonseca