Guadalajara en 2019 y Porec en 2021. Son las dos medallas de oro que atesora Isabel Fernández de sus anteriores participaciones en un Campeonato de Europa. La toledana ya está en Giazantep para intentar colgarse una más. Pero además de volver con el triplete, la parakarateca acude con ilusiones renovadas, después de unos meses de desgaste por tener que compatibilizar tres deportes de alto nivel a la vez.
«Evidentemente, voy a intentar la victoria, pero la meta principal esta vez es disfrutar, pasármelo bien en el viaje y con mis compañeros de la selección», asegura Fernández, que tuvo que tomar la dura decisión de dejar de entrenar paracanoe y de reducir sus tiempos de preparación con el parakárate.
Confía en que esto no funcione como hándicap en tierras turcas. Ella confía en su nivel de citas anteriores, y lo cierto es que los ingredientes habituales no han faltado a la cita. «En los últimos días ya me costaba dormir por los nervios, eso quiere decir que se acerca y que te tienes que poner a preparar todo», añade la capitalina.
Es el desasosiego de la competición, y de un Europeo, otra experiencia más para Isabel Fernández, que debutó a lo grande y quiere seguir coleccionando metales internacionales. Respecto a las rivales, finalmente sí está en la lista de inscritas la francesa Virgine Ballario, con quien se jugó el oro el año pasado en Croacia, y que apunta a ser el hueso. Quien no ha acudido es la ucraniana Knarik Airapetian, por los problemas que vive su país, a pesar de haber lanzado su federación un 'crowdfounding' para recaudar fondos.
Por tanto, la toledana prefiere centrarse en ella misma y en sus ejercicios. No va a estrenar ningún kata nuevo sino que va a dar continuidad a los que la llevaron al éxito en el último Mundial, celebrado en noviembre en Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Por tanto, Isabel tendrá que enfrentarse, además de a Ballario, a la húngara Reca Dobos y a las turcas Oya Ekici, Murvet Demirtas y Nesrin Cavadzade. «son una incógnita, pero seguro que van a darlo todo porque están en casa», explica la capitalina.
cambio de rutina. Lo importante en la rutina de la deportista es que han mermado las horas de entrenamiento «para ganar en salud y vida». Y es que, Isabel Fernández confiesa que estaba colapsada: «A nivel psicológico, ya no podía más, no tenía tiempo ni para descansar». Se puso en manos de su psicólogo, quien le aconsejó que no fuera «tan extremista de dejarlo todo». El camino del medio fue mantener el parapowerlifting y el parakárate, pero sin objetivos exagerados: «Mi vida ahora mismo está por delante de una medalla paralímpica».