No era un domingo cualquiera. En la mañana del 19 de junio, la custodia volvía a recorrer las calles de Torrijos tras dos años de espera por la pandemia. Este festejo es ya tradición en el municipio y ha ido ganando en importancia en los últimos años. La celebración consiste en la celebración de la Santa Misa en primera instancia, para que, una vez terminada la Eucaristía, la ostia consagrada salga de la Colegiata en acto procesional.

Centenares de torrijeños se amontonan para la celebración de la misa, muchos llegan con tiempo, sabedores de que llegar con la hora pegada no es buena idea. Los más madrugadores consiguen sitios de mayor preferencia en los bancos, los que no, se tienen que conformar con sillas o incluso ver la celebración de pie. La misa es solemne, con una duración un poco mayor de lo normal. Una vez terminada esta, la ostia consagrada, postrada en su carroza, se dispone a salir por la puerta trasera de la Colegiata.

El himno nacional de fondo y los gritos 'Viva Jesús Sacramentado' acompañan a la custodia en su salida. El recorrido de la procesión es corto, pasando por lugares emblemáticos del pueblo como la Plaza de España o la Plaza del Cristo. Las altas temperaturas fruto de la ola de calor, hace que los torrijeños apuesten por atuendos más frescos en busca de la comodidad. Algunos de los detalles de esta procesión, que ya se han convertido en costumbre, son los pétalos que cubren las calles. Otro de los detalles, ya instaurado de lleno en el festejo, es la presencia de los niños que recientemente hicieron la primera comunión este año.

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La pandemia ha hecho estragos en muchas facetas, pero con la vuelta a la normalidad, vuelven estos festejos que tanto ilusionan a mucha gente. Y es que el Corpus Cristhi y su procesión se han convertido en uno de los días más importantes para los más fieles en Torrijos.