No defraudó el derbi provincial del Municipal San Francisco entre el CD Torrijos y el CD Toledo. Quizás esperaba más de los rojiblancos, más incisivos por costumbre. Pero se encontraron con un equipo verde que vino mentalizado en no irse al parón de dos semanas con otra derrota en las costillas. Para cada uno hubo una mitad, así que esa igualdad del marcador puede reflejar lo visto en el campo.
Cinco minutos tardaron unos y otros en situarse en el campo. Lejos de lo que se podía pensar, fueron los de verde los primeros en acercarse con ciertas intenciones a la portería. Pero decidiendo mal. Primera que pudo apuntar Manolo Alfaro. La realidad es que ningún equipo tenía el control, y las aproximaciones se produjeron a través de impulsos.
El cambio a defensa de tres centrales le reportó tranquilidad al CD Toledo. Al menos, aparentemente, porque las salidas al contragolpe pudieron traer algún susto. El caso es que, con el paso de los minutos, el CD Torrijos ganó metros, y también minutos con el balón en los pies.
Algo circunstancial, porque, sin llegar a tener el control, los capitalinos alejaron el peligro de su área una y otra vez, al margen de alguna que otra galopada de Capelo, y errores individuales en la salida que no tuvieron consecuencias. En definitiva, buenas intenciones, pero la inoperancia habitual. Sin un plan. Sin ocasiones.
Al contrario que el cuadro de Esteban Becker, que sabía lo que hacía. En una salida rápida, Óscar Cabo vio a Giuli desmarcarse por el centro, pero al argentino le falló el remate. La picó con poca fuerza para burlar a Raúl. Con la posesión, el CD Torrijos demostró todo lo contrario: saber atacar con lógica.
Pero a veces el fútbol tiene giros inesperados. Y en el minuto 37, llegó el gol del CD Toledo, cuando menos parecía merecerlo. Apenas había entrado por el lado derecho, pero Chabo tuvo la autopista despejada, y pensó que lo mejor era buscar el remate de Angelito, que estaba entrando en el área sin oposición. Y así se puso por delante el equipo, algo poco visto esta temporada. Con un tiro flojo y desacertado que, sin embargo, valió para despistar a Juan Berlana.
En lo que quedaba de primera parte, el conjunto verde acabó metido atrás por el empuje rojiblanco. Normal. Pedía a gritos el descanso, para recomponer la mente y, quizás, el equipo, porque se fueron a calentar Alan y el recién llegado Cristo García.
El delantero de Ocaña y Carmona fueron los elegidos para dar el relevo a Luis Enrique y Angelito. Pero la segunda parte entró con un CD Torrijos mucho más activo y eléctrico. Se encontró, eso sí, con un rival bien plantado que solamente tuvo que defender disparos de Capelo desde fuera del área. Por cierto, que el villacañero estaba compartiendo ataque ahora con Bamba, primer cambio de los locales.
Sin embargo, la primera opción clara de gol, y quizás la inaugural con peligro de todo el curso a balón parado, la protagonizó Mario Gómez en un saque de esquina que salió por encima de la portería de Berlana. Superado el cuarto de hora, Manolo Alfaro recurrió de nuevo a refrescos. Metió a Arturo Segado y Yeray, para quitar a Iván Bueno y Camacho. Justo un minuto después, Mamau hizo la entrada de amarilla de todos los días. Peligro.
Su entrenador reaccionó quitándolo en cuanto pudo. Por Alan. Aunque esa decisión implicase que Carlitos no iba a participar en este encuentro. El CD Toledo no estaba jugando a nada. Solo a aguantar el resultado. Los de Esteban Becker, sin hacer uso de ese ímpetu habitual en el San Francisco, empezaron a coleccionar llegadas, aunque luego tuvieran desenlaces fallidos, como una entrada de Santiso por el costado izquierdo cuyo pase a la frontal del área no lo resolvió en condiciones Fontanello.
El CD Torrijos se acabó creciendo a falta de quince minutos para el final. Óscar Cabo sacó un córner que contó con la colaboración del portero Raúl, que iba a no sé dónde, y Fontanello puso la cabeza para tocarla y que se fuera para adentro. Era de presuponer que el tramo final supondría una tortura para el CD Toledo. No estuvo tan a merced, pero sí que sufrió embestidas que pudieron ser mortales.
Capelo estaba loco por marcar, y ajustar cuentas, y tuvo un mano a mano con Raúl, que esta vez salvó a los suyos. Salvo un lanzamiento de Carmona, tras recortar a un defensor, la colección de opciones hubo que apuntársela a los de casa. El problema es que el contragolpe era un arma ahora en los pies visitantes. Cristo García, en jugada individual, se metió en el área para forzar la salida de Berlana, que pudo derribarlo. Tajuelo Quijorna estaba cerca, y rápidamente ordenó que se siguiera. No tuvo dudas.
Quedaban unos seis minutos, y el derbi provincial entró en fase de ida y vuelta con todo por decidirse. No sucedió nada reseñable hasta entrado ya en el descuento. El CD Torrijos dispuso de una falta directa de Ambo a la que respondió milagrosamente el portero Raúl. Con un saque de esquina a favor de los rojiblancos expiró otra jornada más sin victorias para los de la capital. En este caso, salió bastante más contento el equipo local, aunque también quiso ganar hasta el final.