El hotel de Pozo Amargo en la fase final de su construcción

Mario G. Gutiérrez
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Hotusa obtuvo la licencia para llevar a cabo las obras en 2009 y desde entonces diferentes motivos han retrasado las tareas. El inmueble cuenta con vestigios de sus anteriores usos

Las tablas descubiertas pertenecerían al s. XV. - Foto: L.T.

Parece que ahora ya sí. Casi 14 años después de intentarlo por primera vez, la cadena hotelera 'Hotusa' va a materializar sus intenciones de levantar un hotel en un conjunto de siete fincas históricas en la Bajada de Pozo Amargo. Un proceso largo y demorado en el tiempo, que ha contado con la oposición de los vecinos en algunas etapas, y que posteriormente se vio obligado a la interrupción de las obras por motivos económicos.

Lo que se ha planteado en el céntrico enclave, con privilegiada situación, es un ambicioso proyecto hotelero que contará con 67 habitaciones con vistas al Casco Histórico. Distribuidas en 6 plantas, área de restauración y bienestar con SPA, dentro de una infraestructura que pretende integrar los argumentos arquitectónicos, como aljibes, techos labrados y arcos; o pictóricos que las obras han ido arrojando. 

Unas obras realizadas y detenidas durante la última década y en las que, tras reaundarse en 2018, sacaban a la luz una serie de tablas policromadas de finales del siglo XV, donde se muestra una parte poco conocida de las artes decorativas de la época en la ciudad de Toledo. Se trata de unas tablas reaprovechadas para su uso en una carpintería de forjado y dispuestas de forma original en la parte superior de un salón, delimitando el arranque del alfarje que sustentaría su techumbre.

De este modo, el arrocabe policromado, marcaría la transición entre las paredes de la estancia y el techo, ambos, seguramente, decorados también con policromía, distinguiéndose diferentes motivos decorativos, entre los que se encuentran figuras hay representaciones de reyes con su cortejo, cortesanos, escenas de combate a caballo, e incluso la representación de dos personajes, uno de los cuales se señala como Platón, el filósofo. Este hallazgo concuerda con el hecho de que en las manzanas en las que se va a lenvantar el complejo, se ubicase el conocido como Palacio de Arcediano, datada como construcción de la Edad Media. 

Según parece, el terreno ha sido predilecto por las diferentes culturas que han pasado por toledo, puesto que tal y como expresaba Ruiz de Taboada en una conferencia impartida en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, en la zona de bajada del Pozo Amargo, en su día se ubicó lo que se conoce como 'el adarve de Don Nicolás', lugar en el que las exavaciones hicieron aflorar los restos de una de la aproximadamente una docena de mezquitas que hubo en Toledo, de las que en la actualidad solamente se conservan la del Cristo de la Luz y Tornerías.

Se produce por tanto la conclusión de unas obras que se han extendido en el tiempo, y que han pasado diferentes fases en las que se han intentado retomarse en varias ocasiones hasta que ahora enfilan la última etapa de su construcción.