La fábrica que marcó a unas generaciones

J. M. / Villatobas
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El Ayuntamiento de Villatobas rehabilitará las antiguas naves de una cooperativa que dio empleo a decenas de mujeres de la localidad, única salida económica en los 70

Consuelos Granados, Ana Rosa García y María de los Ángeles García-Arisco, junto a las instalaciones de la cooperativa. - Foto: David Pérez

María de los Ángeles sobrepasa el umbral de un edificio abandonado y se le viene encima mil recuerdos de su juventud. No quedan restos de lo que fue, pero esta vecina de Villatobas tiene en mente que se ha rescatado una parte importante del recurso económico de la localidad durante muchos años. Al menos para las mujeres del municipio, que se incorporaban de adolescentes a la cooperativa textil ‘Santa María Goretti’, donde aprendían un oficio para ganarse la vida y asentarse en su población. Algunas sólo hasta que contraían matrimonio. Ahora, el Ayuntamiento ha cumplido con los deseos de muchos vecinos de recuperar esta extensión de 4.335 metros cuadrados y con diferentes edificios, aunque ahora queda un lento proceso de restauración para dar forma a un proyecto de uso comunitario.

Esta importante cooperativa de confección, que sirvió de modelo de otras similares en la provincia y de otras limítrofes, surgió en los años 60, en una vivienda particular de Villatobas. Con el rodaje y merced a un contacto en Madrid que abastecía de encargos y «abrió muchas puertas», se constituyó como tal a finales de 1971. «Se hizo para un bien social del pueblo. Todo el mundo tenía derecho a entrar: entrábamos con una tijera y una silla», recuerda con una sonrisa nostálgica María de los Ángeles García-Arisco que permaneció en el colectivo hasta los años 80. El sacerdote del municipio agilizó los trámites para la fundación de este colectivo que trabajó para prestigiosas firmas españolas radicadas en Madrid. El mismo cura colaboraba también en la distribución de las piezas confeccionadas.

una salida laboral. Las trabajadoras pasaban por un periodo de aprendizaje de dos meses antes de cobrar su primer sueldo por la confección de las prendas. «Todas las de mi tiempo teníamos una salida porque en los pueblos no había salida de trabajo», explica María de los Ángeles, quien apostilla que de esta manera cotizaron durante muchos años a la Seguridad Social, ahora que se acerca el periodo de jubilación. Las mujeres formaban la mayor parte de la plantilla de la cooperativa de costura, que incluso pasó a encargarse del corte de las prendas.

Las trabajadoras cobraban a razón de las prendas que confeccionaban y del tiempo que empleaban por cada una de las operaciones. «Prácticamente, casi todas las mujeres han trabajado en la cooperativa», indica sobre las que ahora tienen entre 45 y 60 años, teniendo en cuenta que ‘Santa María Goretti’ cerró hacia 1990, dos décadas después de la fundación el 14 de octubre de 1971 con 24 socias, aunque después continuaron en la misma superficie algunos de los empleados pero ya no con el paraguas de la cooperativa. Las disensiones entre los integrantes y la pérdida de encargos provocaron la caída.

«Se puso mucho esfuerzo, mucho tiempo y mucha dedicación. Muchas personas trabajaron sin mirar el cobrar ni un duro», dice al respecto María de los Ángeles para restar importancia a las desavenencias posteriores en el colectivo que contribuyeron a la desaparición.

producción de botones. Junto con María Ángeles, recuerdan los años de bonanza de la cooperativa de confección ‘Santa María Goretti’ Dolores Cavero, Ana Rosa García y Consuelo Granados, esta última integrante actual del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Villatobas.

Un día, «un señor forastero» abrió en una superficie aledaña una fábrica de botones ajena a la cooperativa, pero con el tiempo cerró las instalaciones. Entonces, el colectivo se quedó también con las naves para encargarse de la producción de perchas. Precisamente, el nombre actual de la calle, ‘La confección’, donde se encuentran las naves, alude al trabajo desempeñado por la cooperativa durante las décadas de los 70 y los 80.

«El propósito es que sea de utilidad pública», detalla el alcalde, Antonio Torremocha, sobre el fin último de las antiguas instalaciones. Se baraja entre las posibilidades un centro empresarial, según el regidor municipal, aunque insiste en que lo primero es la rehabilitación de las naves e invertir dinero en ellas. Las dependencias son «recuperables», pero ahora mismo se encuentran en un estado total de abandono, teniendo en cuenta que, tras el cierre, se desvalijó el material que se encontraba en el interior. «Se han ido llevando todo. Ha habido un robo total de lo que había y un vandalismo», señala el alcalde.

A día de hoy, no hay rastro de esa pujanza en el sector de la confección, pero sí existen en la localidad pequeñas empresas que siguen manteniendo viva la dedicación de décadas pasadas. «Empieza poco a poco a moverse», indica sobre esta cuestión el alcalde de Villatobas, quien añade que una empresa quiere montar unas instalaciones en la población. Por lo tanto, la costura sigue teniendo un sitio allí.